Diego Schwartzman pudo olvidarse rápido de su eliminación en el Masters 1000 de Montecarlo, gracias a su gran estreno en el ATP 500 de Barcelona. Ante Mackenzie McDonald, el argentino tuvo una sólida actuación para ganar 6-2 y 6-2 y acceder a los octavos de final.

El «Peque», 15° del ranking mundial, llegaba a este certamen con el sabor amargo de su extraña salida en Mónaco. Es que, en semifinales, levantó un duro encuentro contra el griego Stefanos Tsitsipas, pero decayó sorpresivamente su nivel en un momento clave y se despidió de la competición.

Para dejar atrás lo sucedido, el bonaerense se desquitó con el 51° del ranking y lo hizo desde el principio. Tras un breve lapso de paridad, le propinó tres quiebres de servicio seguidos, con uno sufrido en el medio, para quedar 5-2 arriba y terminar de hacerse con la ventaja.

Sin alteraciones en su firme desempeño, Diego rompió el saque de su rival en dos ocasiones seguidas, lo que le permitió el 3-0 a favor en el segundo set, a lo que el norteamericano respondió con lo mismo de inmediato.

Pese a lo hecho por McDonald, Schwartzman no se quedó atrás y devolvió, intercalándose quiebres hasta el 5-2 parcial. Como en el inicio, solo necesitó del último ‘game’, en este caso, para liquidar las cosas en una hora y 30 minutos de juego. En la próxima instancia, jugará frente al ganador del cruce Lorenzo Musetti-Daniel Evans.