Cristina quedó procesada por usar aviones oficiales para llevar muebles. La decisión fue tomada por unanimidad por la Sala I de la Cámara Federal porteña, bajo el delito de peculado.

La Vicepresidenta está acusada de emplear las aeronaves presidenciales “para transportar elementos que no guardaban ninguna clase de vinculación con las necesidades propias del gobierno nacional”. En ese sentido, se investiga si los muebles estaban tenían como destino los hoteles de El Calafate.

El procesamiento está firmado por los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens. Este último calificó al acto como una “falta de ética” señalando que “utilizó en provecho propio un servicio pagado por la administración pública”. En ese sentido, solicitó que la causa se mire con “una perspectiva integral y conjunta”, ya que “pusieron en evidencia la instrumentación de un esquema de corrupción estatal, instaurado entre los años 2003 y 2015”.

En el marco de esta causa, quedó comprobado que estos vuelos de aviones de la flota presidencial, durante los años entre 2003 y 2015, costaron 600.000 dólares al Estado. “Esos traslados se realizaban en provecho y/o beneficio propio y/o de terceros, y eran abonados con dinero perteneciente a las arcas del Estado”, figura en la acusación.