La pandemia pasada dejó una marca indeleble en la conciencia global, elevando los umbrales de alerta sanitaria a nivel mundial. Esta sensibilidad exacerbada ha vuelto a activarse con la reciente declaración de emergencia sanitaria por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ante la aparición de un nuevo clado del virus «mpox» en la República Democrática del Congo y la notificación de casos en otros países.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió sobre la gravedad de la situación. «La aparición de un nuevo clado del virus de la mpox, su rápida propagación en el este de la República Democrática del Congo y la notificación de casos en varios países vecinos son noticias muy preocupantes». Ghebreyesus subrayó la necesidad de una respuesta internacional coordinada para detener estos brotes y salvar vidas.

Qué se sabe hasta ahora del virus

El infectólogo Gastón Copertari (MN 120945) explicó que la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, ha cobrado mayor atención desde 2022, cuando se registró un resurgimiento más allá de los países endémicos. «En este brote global, la mpox fue causada por el virus de la viruela del mono del clado IIb», indicó Copertari. Además, detalló que el virus se subdivide en dos clados principales: el clado I y el clado II. Siendo este último responsable del brote multirregional en curso desde 2022 hasta 2024, originado en Nigeria.

«El clado I, que está afectando principalmente a África Central, muestra patrones epidemiológicos diferentes. Por ejemplo, con síntomas clínicos más graves y una mayor mortalidad en comparación con el clado II», añadió Copertari. Hasta ahora, en 2024, se han reportado más de 7.000 casos sospechosos con una tasa de letalidad del 5,3%. Los niños menores de 15 años representan el 67% de los casos sospechosos y el 84% de las muertes.

Hay riesgo de una nueva pandemia

Sobre la posibilidad de que este virus desencadene una crisis sanitaria global similar a la del SARS-CoV-2, el infectólogo Roberto Debbag (MN 60253), vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Vacunología, señaló que la declaración de una emergencia internacional busca principalmente alertar sobre la posible diseminación de esta enfermedad. «La preocupación principal radica en África, ya que esta nueva cepa afecta a los niños. Una población que antes no se veía tan afectada», comentó Debbag. A diferencia del brote de 2022, que se propagó principalmente a través del contacto piel a piel y la transmisión sexual, esta nueva variante presenta mayor transmisibilidad aérea y afecta especialmente a los menores.

Sin embargo, Debbag considera que, aunque existe la posibilidad de diseminación en otros países, es probable que se trate de brotes epidémicos pequeños. Sin llegar al nivel de pandemia o grandes epidemias. Por su parte, Copertari advirtió que, dada la elevada mortalidad entre los niños en los brotes actuales de la RDC, es esencial un análisis genómico adicional para confirmar las observaciones. Y, de esta manera, prevenir la expansión a países vecinos.

El infectólogo Tomás Orduna (MN 61.528), miembro de la comisión directiva de la Asociación Panamericana de Infectología, coincidió en que existe el riesgo de que el nuevo clado se propague a otras regiones. Afectando principalmente a niños y adolescentes por contacto interhumano no sexual. «Es crucial la vigilancia de los equipos de salud y la consulta a tiempo para controlar la situación», enfatizó Orduna.