Con la llegada de enero volvió el calor extremo y ya hay provincias en el país que alcanzan los 40 °C de temperatura. La exposición al sol, de forma controlada y medida, puede traer algunos beneficios como la producción de serotonina y de vitamina D. Sin embargo, las altas temperaturas también pueden afectar a la salud. Las probabilidades de sufrir agotamiento por calor y golpe de calor son más altas.

Qué es un golpe de calor

Un golpe de calor es una forma grave de lesión por calor, en la cual afecta la capacidad del cuerpo de regular su temperatura. Es una de las denominadas ‘enfermedades del calor’, que puede aparecer cuando hay una exposición prolongada a altas temperaturas y humedad. También cuando hay un esfuerzo físico intenso, como el ejercicio, en altas temperaturas, sin precauciones.

Si no se trata, puede afectar a distintos órganos y funciones del cuerpo, los daños pueden ser graves e incluso puede provocar la muerte. Por eso, para la Organización Mundial de la Salud, el golpe de calor es una urgencia médica con riesgo de muerte. La persona debe recibir cuidados en un hospital.

Pero esta capacidad del cuerpo humano puede fallar cuando hay cambios bruscos en el ambiente, y cuando no hay adaptación a la variación del clima. Especialmente, cuando las temperaturas altas se mantienen durante varios días, en lo que se llaman olas de calor.

Quiénes pueden sufrir un golpe de calor

La respuesta al calor depende de la capacidad de adaptación de cada persona y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los efectos graves pueden aparecer repentinamente. “Las personas que tienen mayor riesgo de complicaciones y muerte, durante una ola de calor, son los niños, y los adultos mayores. Y aquellas que tienen enfermedades crónicas y requieren medicación diaria”, dicen desde el organismo.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, en particular, los chicos con mayores riesgos son aquellos que son menores de 5 años (especialmente los que no cumplieron 1 año). Los que tienen enfermedades crónicas cardíacas, renales, mentales o neurológicas, entre otras; los que tienen fiebre por otra causa o diarrea; los que presentan obesidad o desnutrición; y los que tienen la piel quemada por el sol.

Qué hacer ante un golpe de calor

Frente a un golpe de calor, la OMS recomienda detener toda actividad física, moverse o mover a la persona afectada a un sitio fresco, humedecer la cabeza y el cuerpo. Además, es fundamental llamar una ambulancia de forma inmediata porque la persona debe recibir cuidados en un hospital.

Cómo se puede evitar un golpe de calor

Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para evitar un golpe de calor:

  • – Informarse sobre alertas y predicciones meteorológicas.
  • – Evitar exponerse al sol durante las horas de mayor calor.
  • – No dejar niños o ancianos desatendidos en vehículos estacionados.
  • – Evitar hacer ejercicios o actividades intensas al aire libre sin protección.
  • – Consumir agua cada 2 horas, aún sin tener sed.
  • – Tomar duchas o baños fríos en sitios seguros (evitando corrientes de agua fuertes).
  • – Mantener la vivienda fresca cubriendo las ventanas durante el día y usando aire acondicionado o ventilador en las horas de más calor.
  • – Si tiene enfermedades crónicas y usa medicamentos, consultar con su médico.