En un nuevo aniversario del asesinato de Fernando Báez Sosa, se organizaron movilizaciones en distintos puntos del país. La ciudad de Dolores fue el más emblemático; mientras el juicio en contra de los ocho rugbiers avanza hacia sus instancias finales. El veredicto de la Justicia ya tiene fecha: será el 31 de enero.

En el Anfiteatro Municipal del Parque Libres del Sur, de Dolores, vecinos y turistas acompañaron a Silvino Báez y Graciela Sosa. El grito «Fernando, presente», precedió al pedido de Justicia, como el mensaje emotivo de la jornada de ayer. Luego de que los padres de Fernando prendan una vela en su homenaje, participaron de una comitiva que plantó un jacarandá, el árbol preferido del joven.

El acto continúo con la emisión de un video con fotografías de Fernando Báez Sosa, acompañadas por el texto: «En tu corta vida honraste los valores que tus padres supieron enseñarte». Además, se celebró una misa interreligiosa, declarada de interés municipal por el Concejo Deliberante de Dolores.

Las palabras de los padres de Fernando

Silvino Báez, padre de Fernando, fue el primero en tomar el micrófono después de la la misa interreligiosa. Tras agradecer a los concurrentes por su presencia, destacó que el acompañamiento les está dando una fuerza enorme para seguir adelante. Y también, para seguir exigiendo justicia. «Nosotros somos un brazo de Fernando que queremos hacer algo para que la gente nunca se olvide de él», expresó.

El padre continuó refiriéndose al proceso judicial «Esperemos que la Justicia, a la que le tenemos tanta fe, actúe como debe ser y que el castigo sea muy ejemplar para que los jóvenes. Para que, los que están ahora en la playa divirtiéndose, puedan volver a sus casas con sus familias». 

Posteriormente, la madre de Fernando, Graciela Sosa, remarcó que fueron a Dolores «en busca de justicia. «No queremos venganza, solo queremos que paguen por lo que le hicieron a mi hijo. Cuando estuve en el juicio, vi reiteradamente cómo golpeaban a mi hijo. Vi cómo levantaba sus manos. Como madre sentía ese deseo de lanzarme sobre el cuerpo de mi hijo para cubrirlo y que dejaran de golpearlo. Vi cómo lo discriminaban por su color de piel», añadió.

Luego del pedido de justicia, afirmó que «estoy de pie por Fernando, y por todas esas madres que también perdieron a sus hijos y que no tuvieron justicia. Yo espero una justicia ejemplar por Fernando. A veces, tengo ganas de contarle, tanto cariño que recibo y decirle que todos lo aman, para que desde el más allá bendiga a todos ustedes«, finalizó.