Una nueva encuesta sobre las alternativas libre de humo fue difundida por Philip Morris International. Los resultados indican que el 68% de los argentinos considera que se deben contar con opciones a alternativas menos riesgosas, lo antes posible. Y que es el Gobierno debe hacer todo lo posible para garantizar estos espacios, para los fumadores que no quieren dejar de consumir. De esta manera, las alternativas libres de humo comienzan a tomar fuerza, pero aún queda un largo camino por recorrer.

El 66% considera que es importante contar con información precisa y científicamente comprobada sobre opciones libres de humo. Como por ejemplo los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado, aunque estas alternativas no estén libres de riesgos. La mayoría de las personas evalúa que el Gobierno debería dedicar el tiempo y recursos para que esto suceda. Esto incluye soporte para cambios, mejor información e impuestos diferenciados.

Sobre este último punto, el relevamiento arroja que alrededor del 85% de los argentinos quiere que el Gobierno se asegure de que todas las empresas tabacaleras paguen los impuestos adeudados y, en niveles similares, opina que el comercio ilícito es un problema importante. En este marco, casi el 90% quiere ver que el Gobierno tome acciones al respecto.

Metodología de la encuesta

La encuesta, confeccionada por el sociólogo Luis Costa, se efectuó en línea en nombre de PMI entre el 23 y el 27 de mayo de 2023. Se realizó entre más de 2100 adultos de la población general mayores de 18 años en Argentina. Los datos se han ponderado para ajustar al detalle con los valores de parámetros poblacionales en las variables de edad, género, región del país y nivel socioeconómico.

Toxicidad de las alternativas libres de humo

De acuerdo a investigaciones, los productos de tabaco calentado representan una reducción de hasta “un 95% la toxicidad” en comparación con los cigarrillos. En los países donde se venden los dispositivos “sin humo”, la transición a alternativas libres de humo superó cualquier expectativa. Y disminuyó dos dígitos la tasa de incidencia de enfermedades relacionadas con el tabaco. Con la reciente definición del Ministerio de Salud, Argentina está quedando atrás en el camino que ya emprendieron otros países, como EE.UU., Nueva Zelanda y hasta Uruguay.

La principal diferencia entre los cigarrillos electrónicos y los calentadores de tabaco es que los primeros vaporizan un líquido que contiene nicotina agregada y los segundos usan tabaco para calentarlo, que cuenta con la nicotina natural presente en su propia hoja. Esto no produce ni humo ni cenizas.