La posible relación entre el uso de teléfonos celulares y el cáncer cerebral ha sido motivo de preocupación durante los últimos 30 años. A medida que los dispositivos móviles se masificaron, surgieron preguntas sobre las ondas electromagnéticas que emiten. Especialmente, cuando se colocan cerca de la cabeza al hablar. Ahora, un estudio exhaustivo dirigido por científicos australianos y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) parece tener una respuesta clara. Y es que no hay evidencia suficiente que demuestre que los celulares incrementan el riesgo de cáncer.

La investigación analizó más de 5000 estudios realizados entre 1994 y 2022, convirtiéndose en el análisis más completo hasta la fecha. Según el profesor Ken Karipidis, subdirector de la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear (ARPANSA), los resultados no muestran un aumento en el riesgo de cáncer cerebral. Y las cifras se mantienen, independientemente del tiempo de uso de los teléfonos móviles. El estudio incluyó tanto el cáncer cerebral en adultos como en niños, así como otros tipos de cánceres de cabeza y cuello.

Karipidis explicó que, a pesar de la preocupación generalizada y de advertencias previas como la emitida por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer en 2011, que clasificó las ondas de radiofrecuencia como posibles carcinógenos, la evidencia actual no respalda esas afirmaciones. «No encontramos asociación entre el uso prolongado del teléfono móvil y la incidencia de cáncer», declaró el científico. Asimismo, tampoco se halló relación entre la cantidad de llamadas o el tiempo de uso y el riesgo de desarrollar algún tipo de tumor.

Mark Elwood, profesor de epidemiología del cáncer en la Universidad de Auckland, destacó que los estudios revisados, provenientes de 22 países, incluyeron más de 119 relaciones entre radiofrecuencias y casos de cáncer cerebral, sin mostrar un incremento del riesgo en ninguno de ellos. De igual manera, no se observó un aumento en la probabilidad de padecer leucemia o cáncer cerebral en niños.

En cuanto a las preocupaciones sobre las redes 5G, Karipidis señaló que no hay estudios concluyentes todavía. Aunque las investigaciones sobre radares, que utilizan frecuencias similares, no han demostrado un mayor riesgo. En ese sentido, los resultados del estudio buscan brindar tranquilidad a la población. «Aunque el uso de teléfonos móviles ha aumentado exponencialmente, las tasas de tumores cerebrales se han mantenido estables», concluyó Karipidis.