Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford ha desafiado la creencia tradicional de que la temperatura corporal normal es un valor fijo. La investigación revela que la temperatura corporal varía significativamente entre las personas e incluso a lo largo del día. Influenciada por factores como la edad, el sexo, el peso, la altura y la hora del día. Este hallazgo cuestiona el estándar de 37  °C establecido en el siglo XIX por el médico alemán Carl Reinhold August Wunderlich, mostrando que la temperatura media actual ha descendido a aproximadamente 36,6  °C.

La epidemióloga Julie Parsonnet, líder del estudio, explicó que el análisis se basó en más de 600.000 mediciones de temperatura. Las cuales fueron tomadas de manera oral entre 2008 y 2017 en el sistema de Stanford Health Care. Utilizando algoritmos de aprendizaje automático, el equipo eliminó datos afectados por enfermedades y consideró variables como la hora del día y características demográficas. Los resultados mostraron que la temperatura corporal oscila naturalmente entre 36,2  °C y 36,8  °C, siendo más baja en la mañana y más alta alrededor de las cuatro de la tarde. Además, se observó que los hombres tienden a tener temperaturas ligeramente más bajas que las mujeres y que la temperatura disminuye con la edad.

El descenso en la temperatura corporal promedio desde el siglo XIX, estimado en alrededor de 0,05  °C por década, se atribuye a mejoras en las condiciones de vida y la salud general de la población. Estas mejoras han reducido la inflamación crónica y las enfermedades infecciosas, lo que podría explicar la disminución en la temperatura promedio. Parsonnet señaló que estos cambios reflejan una diferencia significativa en la salud entre la población actual y la de tiempos anteriores.

Finalmente, los investigadores enfatizan que conocer el rango de temperatura normal de cada persona podría mejorar la detección temprana de enfermedades. Al adoptar parámetros individualizados, la esta podría convertirse en un signo vital más preciso. Permitiendo identificar desviaciones que indiquen el inicio de una enfermedad antes de que aparezcan otros síntomas evidentes.