El viernes fue un día positivo para los mercados internacionales, con Wall Street cerrando con alzas que oscilaron entre el 0,8% y el 1,2%. Esta tendencia positiva contribuyó a impulsar los activos argentinos, que registraron nuevas alzas. Destacándose entre ellos, los bonos en dólares de la reestructuración soberana de 2020 tuvieron un repunte del 2,6% en promedio. Y alcanzaron nuevos precios máximos desde su entrada al mercado secundario en septiembre de ese año.

Las emisiones más líquidas operaron cómodamente por encima de los 50 dólares. Lo que también llevó a una reducción en la tasa interna de retorno de estos bonos. Este escenario se reflejó en el descenso del riesgo país a un mínimo intradiario de 1.293 puntos. Que mide la diferencia de tasas entre los bonos del Tesoro de Estados Unidos y emisiones similares de mercados emergentes en términos de duración. El referencial Global 2030 (GD30) operó en Nueva York a 56 dólares.

El índice de JP Morgan cayó 57 unidades al cierre de los negocios en Wall Street, ubicándose en 1.302 puntos, tras haber tocado las 1.293 unidades por la mañana. Este indicador no había bajado de los 1.300 puntos básicos para Argentina desde septiembre de 2020 (1.291 unidades). Los expertos de Portfolio Personal Inversiones destacaron que los bonos Globales aumentaron significativamente su precio promedio ponderado por las emisiones en circulación, alcanzando los USD 47,3. Este nivel no se veía desde principios de septiembre de 2020.

En cuanto a las acciones, el índice ha oscilado entre USD 900 y USD 1.100 desde finales de noviembre de 2023 hasta la fecha. Este rango puede considerarse una «barrera psicológica», ya que el Merval se encontraba en estos valores antes de las PASO 2019 y al inicio del gobierno de Mauricio Macri. Los próximos acontecimientos político-económicos podrían influir en un mayor flujo de fondos hacia la renta variable, impulsando sus cotizaciones, según los analistas de TSA Bursátil.