El Proyecto Fénix, que se desarrolla en la Cuenca Austral Marítima, promete aportar desde finales de este año 10 millones de metros cúbicos diarios de gas natural convencional. Lo que representará el 8% de la producción total del país. Este volumen tiene el potencial de reemplazar las importaciones de 15 buques de Gas Natural Licuado (GNL) durante el invierno. Y significaría un alivio significativo para las reservas de dólares de la Argentina.

El periodista especializado Agustín Maza subraya que, a pesar de la inestabilidad económica del país, el sector hidrocarburífero ha mostrado un balance positivo en las últimas décadas. Especialmente, con el desarrollo de Vaca Muerta, incluso sin la necesidad de una ley especial para el sector y previo al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).

La plataforma del Proyecto Fénix, operada por Total, se suma a las cinco ya existentes en el Mar Austral. Consolidando así, la presencia de la compañía en Argentina, donde opera desde hace 45 años. Un trabajador de Total explicó: «Somos el principal operador privado de gas natural en Argentina, con el 25% del total. Con la puesta en marcha de Fénix, concentraremos el 33%. Lo que significa que de cada 10 milanesas que se cocinan en un hogar, tres se harán con nuestro gas».

El gas extraído será transportado a través de un gasoducto submarino que conecta Fénix con Vega Pléyade, otra plataforma offshore operada por Total. Desde allí, el gas se enviará a la planta de tratamiento de Río Cullen en Tierra del Fuego. Antes de ser transportado al Gasoducto San Martín para cruzar el Estrecho de Magallanes y recorrer 2.000 kilómetros hasta Bahía Blanca.