El Gobierno nacional creó la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIAAS). Un organismo que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Seguridad y que se presentó con el objetivo de “prevenir, detectar, investigar y perseguir los ciberdelitos y sus conexiones”. Fernando Schapachnik, investigador del CONICET y director ejecutivo de la Fundación Sadosky, compartió sus perspectivas sobre la necesidad de regular el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en Argentina.

«Yo creo que nuestro país necesita una regulación de la inteligencia artificial«, comentó Schapachnik. A su vez, destacó el potente ecosistema de software de Argentina, con cerca de 150 mil empleados en más de 5 mil empresas. En ese marco, sostuvo que cuando se piensa en las futuras exportaciones de IA, es esencial considerar no solo los nuevos productos impulsados por esta tecnología, sino también la demanda de que los productos existentes incorporen elementos de inteligencia artificial.

«Un ejemplo sería un sistema de ventas que muchas empresas utilizan. Imagínate poder preguntar de manera casi dialogada quién es el cliente al que más vendo. En qué áreas mejoraron mis ventas, en qué áreas empeoraron, etc. para que esos productos puedan ser exportados», explicó.

Schapachnik subrayó que Argentina enfrentará cada vez más requisitos regulatorios por parte de otros países. «Hoy en día, la Argentina puede exportar a la Unión Europea porque nuestra ley de protección de datos es compatible con la ley europea», afirmó. La ley europea estipula que los ciudadanos deben gozar de cierto nivel de protección independientemente de dónde se les esté proveyendo el servicio. «La nueva ley de Inteligencia Artificial europea también tiene previsiones de ese tipo. Si Argentina no tiene en poco tiempo una buena ley de regulación de IA, corremos el muy serio riesgo de no poder exportar software«, advirtió.