La familia de los dos policías fallecidos durante las últimas semanas, protestaron en las puertas de Casa de Gobierno, pidiendo que se acelere la investigación para hacer justicia por los dos hechos violentos que terminaron con la vida de Ramón Sánchez y de Víctor Emanuel Lazarte.

Alrededor de las 23 horas se congregaron en 25 de Mayo y San Martín, para hacer oír su voz. «Lo único que pido es justicia por mi hijo. No han matado a cualquiera, han matado a un policía», dijo con la voz rota la madre de Lazarte. «El era un excelente hijo, una maravilla de persona. Él amaba su profesión, la amaba. Yo te puedo asegurar que si mi hijo seguía con vida iba a llegar muy lejos», sentenció en diálogo con Marisa Suárez, periodista. Víctor tenía apenas 22 años cuando se le arrebató la vida.

Por su parte, amigos de las víctimas reclamaron la situación por la que pasan los policías de menor rango, al comenzar su carrera en la fuerza. «Sin nada los mandan a la calle», se lamentaron. Por medio de carteles, aplausos y una tristeza que llenaba la principal plaza de Tucumán, los familiares de las víctimas hicieron sentir su congoja.

Más temprano, rodeados de una multitud de gente, el coche fúnebre fue acompañado por sus vínculos íntimos, sus compañeros de la fuerza, cadetes que se han sumado al pedido de justicia tras convocar una movilización y también por gente común que acompaña el dolor de las familias.