El momento en que cada persona se alimenta y qué se consume pueden influir en el bienestar general. Sin embargo, con la vorágine de la vida actual, a veces puede ser difícil seguir horarios adecuados. «Nuestros horarios nos impiden cenar a una hora razonable”, advirtió la especialista en nutrición de la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, Julia Zumpano. «Nos deja revueltos para saber qué comer y qué podemos elegir sobre la marcha. En algunos casos, puede conducir a patrones de alimentación desordenada”. La cena temprana ayuda a bajar el riesgo de tener obesidad, diabetes tipo 2, y cáncer.

Con base en estudios científicos, expertos en nutrición coinciden en que debe cenar al menos dos horas antes de acostarse cada día. Independientemente de la cultura y zona geográfica en que se encuentre la persona en cuestión. “La cena temprana tiene beneficios para la salud”, detalló Gabriela Saad, Lic. en Nutrición y miembro del grupo de investigación en alimentos de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). “En el caso de las personas con reflujo gastroesofágico, especialmente, deberían cenar por lo menos 2 horas antes de irse a dormir, para reducir los síntomas”.

También las personas con diabetes o con resistencia a la insulina deberían salir a caminar después de la cena y de las otras comidas. “Caminar después de la cena temprana ayuda al control de la glucemia”, señaló Saad. «Igualmente, hay que tener en cuenta que para tener una vida saludable hay que adoptar hábitos que permitan ser sostenidos en el tiempo. Incluyendo los horarios de alimentación y la actividad física”.

Ciclos de sueño y melatonina

Satchidananda Panda, profesor del Instituto Salk de Estudios Biológicos, de los Estados Unidos, ha realizado varios estudios relacionados con la alimentación y el tiempo en que se produce. El especialista considera que el factor más importante en el cálculo de la hora de cenar es la melatonina. Esta es la hormona que le indica al organismo humano que es hora de dormir.

La melatonina empieza a subir unas tres horas antes de ir a la cama. También le indica al páncreas que reduzca la producción de insulina. Si la persona tiene un pico de azúcar después de comer tarde, al cuerpo le cuesta más regular el azúcar en sangre, de acuerdo con Panda.

Por lo cual, al cenar más tarde, podría aumentar el riesgo de padecer diabetes y otros trastornos metabólicos. De acuerdo con el profesor Panda, la hora ideal para cenar es de tres a cuatro horas antes de acostarse. Por supuesto, el tipo de alimentos que se consumen también importan. Los que son de digestión más lenta, como la carne, mantienen saciados al organismo durante más tiempo.