El autismo, como trastorno del espectro autista (TEA), es una condición compleja que afecta el desarrollo cerebral desde temprana edad. La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) explica que los síntomas, que incluyen dificultades en la comunicación, la interacción social y la conducta, se manifiestan antes de los tres años y varían en cada individuo. La detección temprana es fundamental, ya que la neuroplasticidad del cerebro en la infancia brinda oportunidades únicas para intervenciones efectivas.

En el contexto del Día Mundial de Concientización sobre el Autismo (2 de abril), se ha lanzado la «Semana Azul» para promover el diálogo y la comprensión de esta condición. Durante esta semana, se abordan varios mitos y verdades relacionados con el autismo, con el objetivo de educar y eliminar malentendidos comunes.

Conocer los mitos y verdades es fundamental para comprender la complejidad del autismo y fomentar la inclusión y el apoyo. La educación y la conciencia pública son herramientas poderosas para promover un entendimiento más profundo de esta condición y mejorar la calidad de vida de quienes la experimentan.

Mitos más comunes del autismo

  1. Expresión de afecto: es falso afirmar que las personas con autismo son incapaces de sentir o expresar afecto. La doctora Silvia Panighini, jefa del Servicio de Psiquiatría Infantil de Fleni, destaca que sí establecen vínculos emocionales y expresan amor. Aunque su forma de comunicarlo puede ser atípica.
  2. Diferenciando autismo y TEA: es una verdad que «autismo» y «trastorno del espectro autista» se utilizan indistintamente. Y es que el espectro abarca una amplia variedad de manifestaciones del trastorno.
  3. Prevalencia: según datos de la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrollo (ADDM), aproximadamente 1 de cada 36 niños ha sido identificado con un trastorno del espectro autista (TEA).
  4. Género: el TEA es más común en varones, con una proporción de casi 5 a 1 en comparación con las mujeres.
  5. Duración: es falso afirmar que solo se presenta en la infancia. Esta condición acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, con diferentes manifestaciones.
  6. Mejoría: es falso creer que la mejoría en el autismo es poco frecuente. Con intervenciones adecuadas y tempranas, las personas con TEA pueden experimentar mejoras significativas.
  7. Comunicación: es falso afirmar que las personas con TEA no se comunican. Aunque su forma de comunicación puede ser diferente, muchas personas con autismo se comunican de manera efectiva.
  8. Educación inclusiva: la decisión sobre la escolaridad de las personas con TEA depende de sus necesidades individuales y las posibilidades de la escuela. La integración en escuelas comunes es deseable y posible en muchos casos.
  9. Curación: no existe una cura para el autismo. Sin embargo, es posible mejorar la calidad de vida y las habilidades de las personas con TEA, mediante tratamientos psicoeducativos.
  10. Vacunas: es falso creer que las vacunas pueden causar autismo. La comunidad médica y científica internacional ha desmentido esta situación hace años.