El presidente Javier Milei anunció durante las Jornadas Monetarias del Banco Central su intención de implementar un tipo de cambio flexible. Eso sí, una vez que Argentina alcance los requerimientos para eliminar el cepo cambiario. Aunque no especificó una fecha, Milei delineó las condiciones necesarias para este paso, enfatizando la necesidad de eliminar el excedente de pesos en la economía para permitir que el dólar flote sin sobresaltos, independientemente de la disponibilidad de divisas.

Esta propuesta está en línea con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre adoptar un régimen de competencia de monedas similar al de Perú y Uruguay, donde existe una flotación administrada. Las discusiones sobre el actual acuerdo con el FMI y el futuro programa económico, que incluye el esquema cambiario, continuarán en Washington la próxima semana.

Desde el Gobierno, admiten que las condiciones actuales no son propicias para avanzar inmediatamente hacia un tipo de cambio flexible. Sin embargo, apuntan a un relajamiento gradual que no comprometa la estabilidad económica ni la desaceleración de la inflación. El vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, afirmó que es difícil pensar que abrir el cepo permitirá automáticamente un equilibrio cambiario.

Analistas económicos, como Claudio Caprarulo de Analytica, respaldan la intención del Gobierno de avanzar hacia un tipo de cambio flexible. Siempre y cuando se mantengan políticas macroprudenciales y se aplique gradualidad en el proceso. El principal desafío radica en cómo transitar ese camino y a qué velocidad para mitigar los riesgos asociados.