Ayer, un hallazgo en la zona de Ticucho había alertado a los familiares de Bety Argañaraz, la docente asesinada en 2006. Un lugareño había encontrado huesos que sospechó eran humanos y reavivó la búsqueda del cuerpo de la maestra, desaparecido desde hace 16 años.

Miguel Ángel Argañaraz, hermano de Bety, señaló que un hombre de 49 años habría encontrado ayer dos huesos que podrían ser pertenecientes a la víctima, por lo que la Policía se dirigió inmediatamente al lugar. Hoy, no obstante, Liliana, otra de las hermanas, indicó que lo encontrado no pertenecía a la maestra. “Me notificaron en la fiscalía que los restos óseos no son humanos y que, de todos modos, se va a hacer un rastrillaje en la zona”, indicó al medio Los Primeros.

Betty desapareció en julio de 2006, cuando se dirigía a. De acuerdo a la investigación de la fiscal Adriana Giannoni, la docente fue citada antes de ingresar al establecimiento, mediante engaños, al departamento que compartían Nélida Fernández y Susana Acosta, esta última compañera de Argañaraz en la misma institución.

A pesar de que nunca pudieron encontrar el cuerpo, la sentencia en contra estas dos últimas (20 años), dio por concluida la causa. Sin embargo, la búsqueda y el misterio de dónde están los restos de Bety, no se extinguieron. “Hay mucha gente que sigue buscando el cuerpo de Betty, es lo único que le importa a la familia”, señaló su hermana.