Más del 60% de los 1.250 millones de consumidores adultos de tabaco en todo el mundo quieren dejar de fumar. Ya que son conscientes de que su derecho a disfrutar de una buena salud está en peligro. Sin embargo, alrededor del 70% no saben dónde acudir ni a qué especialista consultar para lograrlo. En parte, debido a la falta de acceso a servicios integrales de deshabituación tabáquica.

Ante esta problemática, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una guía con las mejores prácticas y tratamientos eficaces para dejar de consumir tabaco. Esta guía, basada en una revisión de estudios y meta-análisis, proporciona seis recomendaciones clave:

  1. Consejo breve en cada consulta médica: preguntar al paciente si fuma y, en caso afirmativo, ofrecer un consejo breve de entre 30 segundos y 3 minutos.
  2. Apoyo conductual intensivo: ofrecer asesoramiento individual cara a cara, grupal o telefónico a quienes estén interesados en dejar de fumar.
  3. Intervenciones digitales: sugerir el uso de mensajes de texto, aplicaciones para teléfonos inteligentes, inteligencia artificial o intervenciones basadas en internet.
  4. Tratamientos farmacológicos: recomendar el uso de vareniclina, terapia de sustitución de nicotina (TSN), bupropión y citisina, pudiendo combinar algunos de estos fármacos.
  5. Apoyo conductual para consumidores de tabaco masticable: ofrecer asesoramiento intensivo y considerar el uso de fármacos para este grupo de usuarios.
  6. Combinación de fármacos e intervenciones conductuales: una recomendación fuerte para maximizar el apoyo a los consumidores de tabaco.

Gustavo Sóñora, director regional de control del tabaco para América Latina de Vital Strategies, enfatizó la necesidad de servicios gratuitos, universales y efectivos para ayudar a las personas a dejar de fumar. Alejandro Videla, jefe del servicio de neumonología del Hospital Austral, destacó la disponibilidad desigual de tratamientos en América Latina, subrayando la necesidad de más medios digitales validados y probados.