Las largas colas de consumidores que aguardan su entrada en supermercados y mayoristas se repiten desde el viernes por la mañana. Ya sea en diferentes locales del Interior del país, el conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires. A la inminencia de las medidas de ajuste de Javier Milei, se les sumó la devaluación escondida del gobierno saliente a última hora del jueves. En consecuencia, cientos de consumidores se movilizaron ante la presunción de una nueva escalada en la suba de precios.

“La gente trata de abastecerse de productos en medio de una ola de remarcaciones que abarca a todos los rubros”, especificaron desde una entidad que suele controlar precios. Esta escalada en el stockeo de productos básicos ocurre en medio de los incrementos del 30% de los combustibles. El aumento de la nafta ocurrió a las cero horas del 8 de diciembre.

«Como ocurrió ante otras devaluaciones y remarcaciones muy anunciadas, la gente buscó protegerse frente a lo que viene. Las personas salieron con dos intenciones principales, abastecerse de productos y aprovechar las promociones que algunas cadenas ofrecían”, destacaron desde algunas cadenas comerciales según el relevamiento difundido por la Agencia NA. La explosión de la demanda en el consumo se vive también en el interior del país, en supermercados de Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán, Entre Ríos y la mayoría de los distritos del interior.

Desde la Libertad Avanza anticiparon una liberación de todos los precios. Sin embargo, no especificaron si sería parte de un programa gradual, o de shock. Siguiendo esta línea, dejaría de existir la Secretaría de Comercio, al menos con sus funciones actuales, como por ejemplo, los controles y acuerdos de precios.