El auge de la inteligencia artificial (IA), especialmente con el desarrollo de herramientas como ChatGPT, ha generado un debate sobre si estas tecnologías podrían eventualmente reemplazar a los maestros. Aunque la IA puede mejorar los métodos de enseñanza tradicionales, ¿es posible que llegue a sustituir completamente a los docentes humanos?

Francisco Arri, director del Área de Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación y Comunicación Social de la Universidad del Salvador, explicó que la pregunta de si la tecnología reemplazará a los humanos en sus trabajos es tan antigua como los avances tecnológicos mismos. «A lo largo de la historia, con cada avance tecnológico importante, siempre ha existido el miedo de que las personas se queden sin trabajo». A su vez, señaló que esta es una preocupación recurrente que debería abordarse con una visión histórica.

Arri destacó que, aunque la IA puede organizar información rápidamente, el rol del profesor va mucho más allá de transmitir conocimiento. «Hoy no esperamos que un profesor sea simplemente el que imparte sabiduría, como lo era hace 200 años. Ahora, se espera que guíe, desarrolle el pensamiento crítico y ayude a los estudiantes a interpretar la información», comentó. En ese sentido, subrayó que la IA no puede sustituir la capacidad humana de generar vínculos emocionales. Así como de fomentar la ética y la creatividad dentro del aula.

El especialista concluyó que la IA puede realizar tareas específicas de manera más eficiente, como clasificar y organizar información en segundos. Sin embargo, el valor añadido del trabajo humano, particularmente en el ámbito educativo, reside en la interacción social, el acompañamiento emocional y el desarrollo integral del estudiante.