El Senado de la Nación sesionará este jueves con el objetivo de discutir una posible mejora en los haberes de los jubilados.  El proyecto en cuestión incrementa las jubilaciones en un 8,1% y modifica la fórmula de movilidad. Pese a las críticas del oficialismo, la Cámara Alta podría sancionar el proyecto aprobado en junio pasado por Diputados. Si bien, la aprobación traería en principio una mejorar en los haberes, el Gobierno alerta por el desequilibrio que este podría ocasionar en el sistema previsional. Además, desde el Ejecutivo aseguran que podría significar eventuales recortes en otras áreas. En ese sentido, el proyecto actual estaría expuesto a un potencial veto parcial o total por parte del presidente Javier Milei.

En las próximas 72 horas podría haber negociaciones entre los distintos bloques que componen la cámara. Según fuentes del Senado, se podría realizar una reunión de Labor Parlamentaria el martes o miércoles. Desde la Libertad Avanza (LLA) podrían sugerir una sesión ordinaria, propuesta que dependerá de la predisposición del kirchnerismo duro. En paralelo, surgió la posibilidad de crearse un nuevo bloque dialoguista, impulsado por el gobernador de Chubut, Ignacio Torres. En medio de esta incertidumbre, el oficialismo reconoce que una modificación en el proyecto se ve cuesta arriba teniendo en cuenta las limitadas bancas en el parlamento. “Ganamos dos meses y medio. Recién la semana pasada apareció una propuesta de cambios del Ejecutivo para tocar la ley y devolverla en segunda revisión a Diputados. Se llegó tarde y mal. No está imposible, pero a esta altura parece complicado”, reconoció una figura de LLA.

La ley aprobada en Diputados establece una actualización mensual en base al último dato disponible del Índice de Precios al Consumidor (IPC), como el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) vigente que activó el Ejecutivo, e incorpora una compensación extra de un 8,1%, dado que el Gobierno otorgó un 12,5% que no cubre el 20,6% de inflación de enero. De este modo, se espera que el haber mínimo cubra la canasta básica del adulto mayor. Además, se agregó un adicional anual del 50% de la variación entre el RIPTE (promedio de los salarios) y el IPC. Esto habilitaría una mejora de las jubilaciones en contextos de crecimiento económico. Así, el IPC no sería un techo para los haberes.

Déficit cero

El Gobierno señala que el proyecto significará la resignación absoluta y total de déficit cero en la medida que se pagará con los tributos que tienen asignación específica para la ANSES, como el impuesto al cheque, el PAIS y el IVA. Bajo este criterio, Milei explotó contra la oposición a los que calificó como «degenerados fiscales» y advirtió que vetaría el proyecto. «Una parte del Congreso muestra una vocación sistemática por destruir el equilibrio fiscal, lo cual conlleva a la pérdida de valor de los bonos y con ello suba el riesgo país y la tasa de interés. Si cedemos a los delirios políticos volverá la inflación y continuaremos por el camino de la decadencia que iniciamos hace un siglo, lo cual nos ha empobrecido brutalmente», argumentó.