El Gobierno argentino mantiene su enfoque en controlar la inflación como paso previo para levantar el cepo cambiario, una de las principales promesas de campaña del presidente Javier Milei. Esta medida, junto con la eliminación de la suba de precios, ha sido una demanda constante del mercado. En este contexto, las principales consultoras ya están proyectando la inflación de octubre, a pesar de que el mes aún no ha concluido.

Uno de los principales factores que ha influido en la inflación de octubre ha sido la reducción de la tarifa de gas durante la temporada estival y la baja de los combustibles en aproximadamente un 1%. Estas disminuciones han contribuido a descomprimir la variación total de precios. En septiembre, la inflación superó el umbral crítico del 4%, situándose en un 3,5%, un nivel que no había sido quebrado desde mayo, cuando alcanzó el 4,2%. Los meses anteriores mostraron una tendencia oscilante similar a la de un serrucho: junio con un 4,6%, julio con un 4% y agosto con un 4,2%.

Proyecciones de las consultoras

El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central (BCRA) proyecta que la inflación para octubre se mantendrá alrededor del 3,4%. Sin embargo, diversas consultoras ya han comenzado a emitir sus propias estimaciones:

  • Consultora de Orlando J. Ferreres: estima una inflación de 2,6% para octubre, lo que confirmaría la tendencia a la desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) desde el noveno mes del año.
  • Consultora C&T: mide los precios del Gran Buenos Aires, proyecta una moderación del IPC en octubre entre el 2,8% y el 3%. María Castiglioni, economista jefe de la empresa asesora, destacó la baja de la tarifa de gas como un factor clave para esta moderación.
  • EcoGo: se alinea más con la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), prevé una inflación cercana al 3%, sin esperar que se perfore el 2% mensual por lo menos hasta el final de 2024.
  • Analytica: pronostica una variación de precios del 3,3% en octubre, gracias a la desaceleración de los alimentos y bebidas, así como de los regulados por la baja de tarifas.

Aunque las primeras estimaciones son prometedoras, la inflación podría no perforar el piso del 3% mensual antes de que finalice 2024. El REM prevé que la inflación anual se sitúe alrededor del 3,6% para fin de año, con un leve rebote debido a la estacionalidad de las fiestas de fin de año, y espera que alcance el 3% en marzo de 2024.