Cientos de familias de Concepción se vieron afectadas por la falta de agua. En un principio, la carencia de suministro se debía al no funcionamiento de una bomba. Sin embargo, una vez que la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), repuso el artefacto, la llave eléctrica “muy vieja” del tablero instalado por EDET, se quemó a causa de una baja de tensión. Esto resultó en más días sin agua para los vecinos. Algunos, tuvieron que optar por ir a bañarse al río; en otros casos, un niño quedó internado por causa de la deshidratación.

 Si bien los vecinos denunciaron que el problema de la falta de agua persiste desde hace meses, el día domingo, el servicio dejó de funcionar para cientos de familias de Concepción. Desde la SAT anunciaron el martes que habían restituido el servicio para los cuatro barrios afectados.

A pesar de que las casas seguían con muy poca presión de agua, algunos tanques lograron llenarse, incluso con la bomba nueva instalada. Sin embargo, al cabo de pocas horas, el agua empezó nuevamente a escasear, lo que generó el justificado enojo y reiterados reclamos por parte de los habitantes del lugar.

De acuerdo a testimonios recolectados por La Gaceta, esta situación llamó la atención del personal de la proveedora del servicio de agua potable. Al revisar el pozo N° 6, notaron que la llave del tablero instalado por EDET se había quemado a causa de una baja de tensión. Ya sin presión, ni tensión, las cientos de familias concepcioneneses volvieron a quedar a la merced del deficiente servicio de las empresas distribuidoras.

“Cambiamos una llave muy vieja”

Al respecto, el intendente de dicha ciudad, Alejandro Molinuevo señaló que “Vamos a mantener un control de cerca para observar que todo marche bien. Con esto no debería haber ningún problema, ya que cambiamos una llave muy vieja por una nueva, aportada por la Municipalidad”. Asimismo, afirmó que “es la primera vez que sucede”, un evento de este estilo.

“Tenemos que elegir entre comer o tomar agua”

La falta de inversión, mantenimiento y abandono por parte de la SAT y EDET, trajo consecuencias terribles para las familias de este lugar. Los perjudicados van desde adultos mayores a embarazadas y niños internados.

Rosa Figueroa explicó que en su casa viven 17 personas, entre ellas tres menores y una embarazada. “Mi sobrina va a León Rouges para bañarse y para bañar a sus hijos”, indicó al diario mencionado.

En esa misa línea, detalló que el agua que reparte la cisterna no es apta para el consumo y que afectó la salud de los integrantes de su familia, a tal punto que su hijo quedó internado con un cuadro de deshidratación. “Somos jornaleros del día a día, no nos alcanza para comer y tenemos que elegir entre comer o tomar agua”, lamentó.

Otro vecino de la zona, Miguel Salcedo, dijo que él y su familia terminaron bañándose en el río Gastona. “Tuvimos que cruzar el cañaveral para ir a bañarnos como si fuéramos incivilizados. Esta situación es incontenible. No sabemos a quién dirigirnos para que nos den una solución, lo del arreglo fue una farsa”.