La Fiscalía logró la prisión preventiva del acusado; le endilgó el delito de homicidio simple con dolo eventual por el hecho ocurrido el 17 de julio pasado en Tafí Viejo. La madre de la víctima había advertido que el sujeto “tenía ocho denuncias por violencia de género”.

Por pedido de la Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, este martes se realizó una audiencia con el objetivo de formalizar la investigación, formular cargos y solicitar medidas de coerción en contra de Enrique Leonel Díaz (20), acusado por la muerte de Yamila Alejandra Díaz Musa (21), expareja y madre de su hija. La joven perdió la vida al impactar contra un poste de luz mientras iba en la moto que conducía Díaz. Sucedió durante la madrugada del 17 de julio de este año, en la esquina de calles Mendoza y 9 de julio de la ciudad de Tafí Viejo.

El auxiliar de fiscal, Miguel Fernández, le atribuyó ser presunto autor del delito homicidio simple con dolo eventual. “El dolo eventual tiene este aspecto que tiene que ver con la exteriorización de conformarse con el resultado que finalmente se produjo: la muerte de Yamila. Pese a todas estas circunstancias que vio y constató (estar bajo efectos de alcohol y cocaína, y omitir la advertencia de que no estaba en condiciones de manejar), aceptó el resultado posible”. A su vez, el investigador agregó: “El resultado muerte ya había sido prometido por el imputado con anterioridad a este suceso. La Fiscalía no estima que aquella noche hubo un plan concreto de Díaz destinado a tomar la vida, pero el resultado que finalmente se produjo es algo que ya había previsto con anterioridad y la posibilidad de su realización le parecía aceptable”.

Evidencias

Fernández precisó que, entre las evidencias reunidas hasta ahora, están los testimonios de tres testigos de identidad reservada; los exámenes que indicaron que al momento del hecho el imputado presentaba 1.8 gramos de alcohol por litro de sangre y metabolitos de cocaína; y registros de cámaras de seguridad de la zona que captaron la secuencia. Asimismo, son claves dos testigos presenciales, a quienes llamó la atención la conducta de Díaz esa noche. Afirman que se levantó y nunca se preocupó por la víctima. También sostienen que él llegó a decir que no conducía la moto, sino ella. Incluso quiso darse a la fuga y fue retenido.

Contexto de violencia

“La mirada de esta Fiscalía es con perspectiva de género. Esto forma parte de una convicción de los operadores que trabajamos en el Ministerio Público Fiscal”, aseveró Fernández. “Hay toda una situación de violencia previa a este hecho. Hay muchos testimonios que se fueron recolectando y nos permiten ilustrar este contexto. La hermana de Yamila dijo que con anterioridad ya le había pegado, que la pateaba, la asfixiaba y hasta embarazada la empujó por escaleras”, manifestó y se refirió también a una denuncia que la víctima le hizo a su ex pareja, con fecha del 28 de noviembre del 2022. “La empuja, ella cae, le tira de los pelos, y le pega patadas y piñas en la cara. Él le dice ‘sos una loca, p***, te voy a matar y me voy a matar’”, relató el representante del MPF.

Preso mientras avanza la investigación

El Ministerio Fiscal requirió que se ordene la prisión preventiva por tres meses. “Vemos la necesidad de custodiar los elementos de esta investigación con la única forma posible, que es la prisión preventiva, ya que el arresto domiciliario sabemos que no se lleva adelante en condiciones de incomunicación; tiene la posibilidad de acceder a teléfonos celulares y a otras personas, pudiendo crear las condiciones para generar amedrentamiento y hostigamiento a personas que manifestaron temor en la investigación”.

Al resolver, la jueza aceptó parcialmente el pedido fiscal; dispuso la medida cautelar de mayor intensidad por el plazo de 70 días y el alojamiento de Díaz en el servicio penitenciario.

La teoría del caso

El 17 de julio del 2023, alrededor de las 2:20 de la mañana, Enrique Leonel Díaz, luego de salir de un drugstore ubicado en calle Julio Roca al 200, de Tafí Viejo, insistentemente le pidió a Yamila Alejandra Díaz Musa, expareja y madre de su hija, que subiera a su motocicleta Gilera Smash 110 y se dirigieran a un hotel alojamiento.

Pese a encontrarse bajo los efectos combinados de cocaína y bebidas alcohólicas, y de ser advertido por su cuñado de que no estaba en condiciones de manejar, el imputado hizo caso omiso a las indicaciones de este y a su estado, y se subió al rodado con la víctima.

Mientras circulaban por la calle 9 de julio, hacia el norte, al llegar a la intersección con calle Mendoza, perdió el control de la moto y salió despedida la joven, impactando su cuerpo en una columna de electricidad apostada allí, sufriendo un traumatismo encéfalo-craneal y maxilofacial grave que le provocó su fallecimiento.