La referente del servicio de pediatría del hospital Nicolás Avellaneda, doctora Rosanna Leva, habló sobre los signos de alerta y las medidas de prevención de la gastroenteritis en niños. Leva señaló que actualmente se observa una gran cantidad de casos de gastroenteritis en todas las edades, no solo en pacientes pediátricos, sino que los mismos síntomas afectan a los adultos de la familia. En ese contexto, la especialista brindó una serie de recomendaciones para prevenir y tratar la afección.

“Este cuadro se presenta como consecuencia de gérmenes que ingresan al organismo a través del agua y de alimentos contaminados y por medio de las vías respiratorias, entonces muchas veces el niño empieza con un cuadro de resfrío y a los dos o tres días se suman el vómito y la diarrea”, indicó Leva.

Agua y alimentos

La profesional advirtió que la transmisión se da muchas veces a través del agua y alimentos contaminados. En ese sentido, se debe reforzar la precaución de lavar bien las verduras y especialmente la higiene de las manos antes de preparar los alimentos. “Muchas veces no se tiene en cuenta la necesidad de una perfecta higiene de las manos, están muy de moda las uñas pintadas y largas, lo cual no nos permite controlar bien la limpieza y eliminación de todas esas sustancias que pueden quedar al preparar los alimentos y contaminarlos para luego ingresar al cuerpo de las personas”, explicó.

Leva resaltó la importancia de no compartir la tabla donde se corta la verdura con aquella donde se corta o adereza la carne. “Otro método de preparación seguro es hervir los alimentos. Muchas veces por cuestiones de la vida diaria los alimentos se preparan previamente y conservan en la heladera, pero hay que tener la precaución de que no se ingieran más allá de las 48 horas de preparados y, una vez que se los saca para consumir, hervirlos nuevamente para que todos los gérmenes que puedan contaminar la comida después de la cocción, se inactiven a través del calor”.

Síntomas y tratamiento

Ante una gastroenteritis, la profesional resaltó cuáles son los síntomas a los que se debe prestar especial atención para evitar complicaciones. El primero de los signos de alarma es si el niño llora sin lágrimas, si tiene la boca seca, si orina poco y si su estado de ánimo cambia drásticamente. “La mamá conoce a su hijo, si está muy irritable o, por el contrario, muy quieto, no pide alimentación, tiene deposiciones muy frecuentes durante el día y por más que se le dé líquido no logra alimentarse ni reponer, estos son síntomas de alarma. La alimentación tiene que ser fraccionada en pequeños volúmenes, no se va a alimentar como normalmente, pero se debe asegurar que tome suficiente cantidad de líquido”.

Hidratación

Leva advirtió que la diarrea, por ejemplo, es un cuadro que puede durar de siete a diez días, por lo que reiterar la consulta periódicamente no modificará el curso normal de su evolución. “Lo importante es estar atentos a que no se presenten las complicaciones de la gastroenteritis, fundamentalmente la deshidratación, que evitamos aportando líquidos para reponer lo que se pierde en cada deposición, con agua, caldo o leche. Otra cosa esencial a tener en cuenta es no interrumpir la lactancia materna, ya que ayuda a recuperar la flora intestinal normal y acortar los días de cuadro”, señaló.

«Las bebidas deportivas que suelen recomendarse en casos de deshidratación tienen mucho aporte de azúcar, por lo que en realidad no son lo ideal en cuadros de gastroenteritis, ya que pueden aumentar la diarrea. La mamá puede acudir al centro más próximo a su domicilio, donde el pediatra de cabecera ya tiene la historia clínica del paciente y lo conoce, pero también puede recurrir a las guardias ante los signos de alarma”, cerró Leva.