La búsqueda de la felicidad es un objetivo central en la vida de muchas personas, y aunque se percibe como un objetivo difícil de alcanzar, existen diversas perspectivas que ofrecen caminos hacia una vida más plena. Según la Real Academia Española (RAE), la felicidad es un estado de grata satisfacción que se experimenta tanto a nivel físico como espiritual.

A lo largo de la historia, grandes pensadores como Aristóteles, Albert Einstein y Mahatma Gandhi han ofrecido sus propias visiones sobre cómo alcanzar la felicidad. Aristóteles sugería que la felicidad se lograba a través de acciones virtuosas basadas en el pensamiento, la justicia y la razón. Einstein, por su parte, creía que «una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica». Gandhi, en cambio, afirmaba que la felicidad se encuentra en la armonía entre lo que uno piensa, dice y hace.

En la actualidad, el doctor Alphonsus Obayuwana, un destacado médico y científico, ha identificado seis claves para una vida más feliz y esperanzada: optimismo, ofrecer algo a los demás, contar con alguien, tener conocimientos que den confianza, gratitud por lo que uno posee y confiar en algo más grande, introduciendo así la dimensión espiritual.

Los tres pilares fundamentales de la felicidad

Arthur Brooks, científico social y profesor en la Harvard Business School, ha identificado tres «macronutrientes de la felicidad»: el disfrute, la satisfacción y el propósito. En su más reciente publicación, coescrita con Oprah Winfrey, Brooks propone un cambio de paradigma: en vez de concebir la felicidad como una meta final, sugiere un esfuerzo constante por «ser más felices».

  1. El disfrute: Brooks explica que el disfrute no debe confundirse con el simple placer. Las experiencias placenteras compartidas con otros y la creación de recuerdos duraderos son esenciales para el disfrute auténtico. Las interacciones sociales potencian significativamente la sensación de disfrute.
  2. La satisfacción: proviene de la alegría y recompensa obtenidas después de un esfuerzo considerable. El esfuerzo, el sacrificio y el dolor son necesarios para valorar realmente lo que se obtiene.
  3. El propósito: este es el macronutriente más crucial para obtener felicidad, y se subdivide en coherencia, propósito y significado. Encontrar respuestas a preguntas fundamentales sobre la vida es esencial para el bienestar. Estas respuestas son subjetivas y personales, y la búsqueda constante de propósito conduce a un estado de mayor felicidad.

Brooks también sugiere que desear menos y valorar lo que se tiene puede contribuir a la felicidad. Ser consciente de que el dinero, el poder y la fama no producen felicidad, mientras que el sentido, el propósito y la coherencia sí lo hacen, es crucial.