Un reciente informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), precisa que, desde diciembre de 2015, los salarios privados acumularon hasta 2022 una pérdida de 16% de poder adquisitivo. En detalle, con los públicos cayendo cerca de 23% y los informales cediendo alrededor de 37%.

El “Índice de salarios” del INDEC, incorporó a los informales recién a mediados de 2017. Según el análisis, informaron que en 2019 se encontraba un 17,8% por debajo del poder adquisitivo de 2015. Mientras que, entre diciembre de 2019 y septiembre de 2022, sumaron caídas del 3,6%.

Mario Gambacorta especialista en Relaciones Laborales de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de José C. Paz, planteó que «las leyes de la ortodoxia económica no están funcionando. Ya qué si así fuera, la menor oferta laboral llevaría a mayores salarios».

Pérdidas desde otros sectores

El estudio de la UNDAV incluyó también la evolución del RIPTE. Es decir, la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Es la perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia, del Salario Mínimo Vital y Móvil. Y también del mayor plan de cobertura social laboral, el Potenciar Trabajo.

Según concluyeron, desde noviembre de 2017 hasta diciembre del 2019 el RIPTE perdió un 19,2% de su poder de compra; y, hasta octubre de 2022, cayó otro 3%. Por su parte, el Salario Mínimo Vital y Móvil había caído hacia diciembre de 2019 un 21,1%, respecto a su valor en diciembre de 2015. En la etapa posterior, comprendida entre diciembre de 2019 y noviembre de 2022, tuvo otra caída del 5,5%.

Finalmente, el monto real mensual del programa Potenciar Trabajo, se encontraba en diciembre de 2019 un 14,6%. Resultando por debajo del similar que se otorgaba en diciembre de 2015; y cayó otro 6,2% entre diciembre de 2019 y noviembre de 2022.