La tercera ola de Covid – 19 impactó fuertemente en todas las edades y provocó una suba exponencial de casos en todo el país. En ese sentido, Tucumán no fue la excepción a la regla y los niños se vieron afectados en mayor medida que en ocasiones anteriores.

En ese sentido, muchos de los contagios derivaron en internaciones, lo que provocó mayor ocupación de camas en el Hospital de Niños. «Tenemos el hospital lleno, prácticamente la mitad de los internados son positivos», advirtió Julieta Villar, jefa de Servicio de Emergencia del centro médico.

La sala 2, que es la más numerosa en pacientes positivos, está ocupada en un 80 por ciento. En la sala número 1, los tres sectores están igual condición. Además, todo el sector de terapia intermedia que está destinada para pacientes con otras complicaciones, pero que simultáneamente transitan Covid, se encuentra completo. Aún hay lugares es en terapia intensiva, pero en el Hospital tuvieron que habilitar una nueva sala de clínica que ya está siendo ocupada.

En diálogo con el diario La Gaceta, la doctora precisó que la mitad de la consultas que se realizan en la guardia de emergencia del hospital y que derivan en internaciones, corresponden a casos de Covid. Respecto de la vacunación en la franja etaria de 3 a 11 años, en Tucumán solo el 47% tiene dos dosis y un 73% solo una. Villar celebró la aprobación de la Pfizer y explicó que “reduciría en un 93% la posibilidad de desarrollar el Síndrome multisistémico post Covid. Un síndrome inflamatorio muy grave que implica fiebre, ojos rojos, piel brotada y puede llegar a producir derrame pericárdico, en el abdomen y en el pulmón». Además, confirmó que «tuvimos aproximadamente 40 chicos internados en terapia intensiva con esa complicación que aparece entre la segunda y sexta semana después de haber sido positivo».

Preocupación por casos de encefalitis asociada al Covid

Villar aseguró estar preocupada por ciertos casos en los que los niños manifiestan un cuadro de encefalitis, una patología que afecta al cerebro y se manifiesta por medio de desorientación temporo espacial, dolor de cabeza, pérdida del conocimiento y desorientación. “Un niño sano, sin patología previa de repente no reconoce a la madre, no sabe dónde está, te mira y no te ve. Es lo que nosotros estamos viendo ahora y que no vimos en las olas anteriores. Son los casos agudos – graves y lamentablemente han fallecido dos niñas, una de siete y otra de ocho años. Actualmente tenemos un solo caso con esta condición”, indicó.

No obstante, dijo que la mayoría de los pacientes internados no presentan complicaciones respiratorias, sino que ingresan a causa de un cuadro de deshidratación producto: gastroenteritis, vómitos, dolor abdominal, fiebre y diarrea.