La demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad de Alzheimer representa entre un 60% y un 70% de los casos de demencia. Actualmente, más de 55 millones de personas viven con demencia en todo el mundo y cada año se registran casi diez millones de casos nuevos. Se prevé que el número de personas con demencia casi se triplicará para 2050, alcanzando los 153 millones. Lo que plantea una amenaza significativa para los sistemas sanitarios y de asistencia social.

Sin embargo, la demencia y la enfermedad de Alzheimer provienen de factores que se pueden controlar. Abordar estos factores de riesgo temprano puede reducir significativamente los riesgos.

Un nuevo informe publicado por The Lancet, elaborado por expertos mundiales en demencia, ha identificado la pérdida de visión no tratada en edades avanzadas y el colesterol alto como dos nuevos factores de riesgo asociados con el desarrollo de demencias, sumándose a otras doce causas ya conocidas.

El informe indicó que alrededor del 9% de los casos de demencia están relacionados con estos nuevos factores. Aproximadamente el 7% de los casos se asocian con un alto nivel de lipoproteínas de baja densidad o colesterol “malo” en la mediana edad. Mientras que el 2% se atribuyen a una pérdida de visión no tratada en etapas posteriores de la vida.

Colesterol alto y su relación con la demencia

La doctora Liliana Papalia, médica de la UBA y especialista en Nutrición y Obesidad de la Universidad Favaloro, explicó que existen dos tipos de colesterol: el HDL, conocido como “bueno”, y el LDL, conocido como “malo”. El HDL transporta el colesterol desde la periferia hacia el hígado para su metabolización y excreción. Mientras que el LDL se deposita en los tejidos, especialmente en las arterias, generando placas de ateroma que pueden causar infartos.

Papalia destacó que el colesterol alto, especialmente el LDL, aumenta la probabilidad de demencia debido a la mayor probabilidad de ateroma y eventos isquémicos que afectan el flujo sanguíneo al cerebro. «La demencia es el deterioro cognitivo de una persona y tener un colesterol alto incrementa las probabilidades de isquemia o derrames, lo que puede llevar al deterioro cognitivo», explicó.

Prevención y control

La lista de factores de riesgo asociados al desarrollo de demencias, incluyendo el colesterol alto y la pérdida visual, ahora consta de 14 causas. Según la comisión sobre demencia de The Lancet, si se abordan estos factores desde la infancia, se podría prevenir o retrasar el 45% de los casos de demencia, mejorando la calidad de vida y alargando la vida de las personas.

Los factores de riesgo identificados por la Comisión Lancet 2020 son:

  • En la vida temprana: educación.
  • En la mediana edad: pérdida de audición, lesión cerebral traumática, hipertensión, abuso de alcohol y obesidad.
  • En la edad adulta: tabaquismo, depresión, aislamiento social, inactividad física, diabetes y contaminación del aire.

La doctora Lucía Crivelli explicó recientemente a Infobae que hay factores de riesgo modificables y no modificables que contribuyen a desarrollar demencia. «La actividad física, la estimulación cognitiva, la dieta y el control de factores de riesgo cardiovascular tienen una gran influencia y explican alrededor del 56% de los casos en Latinoamérica», afirmó Crivelli.

Los expertos concluyeron en el informe que abordar estos 14 factores de riesgo de manera temprana tiene un alto potencial de prevención. Brindando esperanza de que casi la mitad de las demencias podrían prevenirse teóricamente eliminándolos.