Tras semanas de constantes subas y un escenario complejo en las principales bolsas del mundo, el riesgo país logró perforar los 1.500 puntos básicos, reflejando la sostenida suba de los bonos argentinos. El rebote se da a dos semanas de la estrepitosa caída en la Bolsa de Tokio. El clima financiero favorable estuvo alentado por la expectativa en la baja de tasas de Estados Unidos.

Los bonos AL30 volvieron a los USD 50, mientras que los títulos más largos cotizaron en USD 45. Además, las acciones tuvieron subas significativas, en línea con lo ocurrido con los mercados internacionales. Ayer, el Nasdaq trepó 2,5% y ya recuperó la pérdida sufrida con el desplome de la bolsa de Tokio. Tanto las acciones energéticas como las bancarias tuvieron importantes subas. Grupo Financiero Galicia acumuló ganancias en un 28% en dólares en el último mes, Pampa ganó 17,5% y Banco Macro más de 12%. Mercado Libre tuvo un desempeño destacado, tocando niveles históricos al subir 5,15%.

La deuda argentina aún no alcanza los niveles de mayo. En ese entonces, el riesgo país se ubicaba en 1200 puntos. Esto coincidió con la gran recuperación de reservas que tuvo el Banco Central. La entidad monetaria llegó a comprar entonces USD 17.000 millones en el mercado cambiario. Ahora, el Gobierno apuesta a mantener el superávit fiscal también en 2025 y a un programa de “emisión cero” de deuda para recuperar acceso en el mercado financiero internacional.

El equipo económico continúa con la idea de levantar ordenadamente el cepo cambiario. Será fundamental para ello la acumulación de reservas. De este modo, Argentina seguirá aferrada a un fuerte clima de disciplina fiscal para reducir el volumen de deuda en relación al PBI. Esto también representa un dilema para los economistas, ya que algunos creen que la persistencia de los controles cambiarios podrían impactar negativamente en la confianza de los inversores y por consiguiente en la acumulación de reservas del BCRA.