En junio del año pasado, una menor fue atacada por un compañero de clase con un líquido corrector y perdió el ojo. Ante este incidente, la familia de la víctima inició un juicio al Instituto donde tuvo lugar el hecho, por no hacerse cargo de la situación. La víctima fue cambiada de colegio ante la agresión, y el joven atacante fue expulsado. El caso de bullying escolar repercutió en gran medida en la provincia.

El abogado de la familia, Antonio González, dialogó con LV12 sobre las actualidad del caso en la justicia. «El año pasado, ocurrió este lamentable hecho con uno de los compañeros de Camila. El joven le arrojó le arrojó un líquido corrector, perforándole el párpado y quedando sin visión en ese ojo. A raíz de esto, tuvo dos intervenciones quirúrgicas pero no pudieron recuperarle la visión de ese ojo«.

El abogado comentó que antes del ataque, la menor ya sufría bullying por parte de sus compañeros. Y remarcó que ante la situación el colegio no tomó cartas en el asunto. Los padres de la menor «habían pedido que tomen alguna medida. Ya sea que den charlas sobre el bullying o la cambien de curso». Pero, que se tome alguna medida «que produzca una concientización sobre esta problemática que puede llegar a estos niveles«.

Demanda contra la Institución y mediación

Ante la falta de actuación por falta de la institución educativa, González informó que la familia decidió iniciar acciones judiciales por «daños y perjuicios». Producto de esto, el día de hoy se cerró una mediación en la que no hubo acuerdo. Asimismo, dijo: «Estamos en juicio en el Cuadro Civil y Comercial Séptimo. No puedo hablar de la mediación por el secreto profesional. Pero sí puedo decir es que no hubo acuerdo, porque era insignificante lo que se estaba ofreciendo como reparación«.

El abogado señala que, según la Legislación Nacional sobre la problemática del bullying, existe «culpa objetiva por parte del colegio». Específicamente, por los daños producidos al no tomar cartas en el asunto y porque al momento del hecho, no había un docente presente. «En la parte penal no va a haber una pena, por eso apuntamos a la responsabilidad de los adultos, que tenían que velar por la seguridad de los menores«.

Finalmente, sobre la menor, González informó que fue cambiada de colegio. Lamentablemente, luego del acontecimiento continuó sufriendo acoso por parte de sus compañeros. Estos la culpaban por la expulsión del compañero que produjo el hecho. Y comentó que se encuentra con «tratamiento psicológico debido al estrés postraumático» que sufrió.