Mañana retoman las audiencias del juicio contra los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa. Lo más destacado de la semana serán las declaraciones de los familiares de ellos, y de Juan Guarino y Alejo Milanesi, quienes fueron sobreseídos de la causa. La madre de Máximo Thomsen será el último testimonio de la jornada del lunes y el más esperado por la querella. La exfuncionaria del municipio de Zarate, es la cara más reconocida de los familiares, no solo por sus vinculaciones políticas sino por el rol que ocupó su hijo en la noche del ataque a Fernando.

Otro de los familiares citados para mañana es María Paula Cinalli, madre de Blas. Justamente Cinalli es el único de los imputados que no recibe visitas, ni durante el juicio, ni en el penal. Aunque no se sabe el motivo, se pudo corroborar además que, en la lista de ingresos del Tribunal, no hay allegados acreditados que vayan a presenciar alguna de las próximas audiencias.

El martes 17, se espera la palabra de Héctor Eduardo Benicelli, padre de Matías; María Alejandra Guillén, madre de Enzo Comelli; Erika Edith Pizzatti, madre de Ayrton Viollaz; y Mauro Rubén Pertossi, padre de Ciro y de Luciano Pertossi. Hay mucha expectativa mediática en torno a las declaraciones, ya que se intenta dilucidar cuánta complicidad hay de las familias en la conducta de sus hijos.

Los acusados recibieron el viernes la visita de sus familiares

Los rugbiers recibieron la visita de sus familiares, sin embargo ninguno hizo declaraciones y tampoco ocultaron su rostro. Cargando bidones de agua y bolsas de víveres, ingresaron a la unidad 6 del penal de Dolores. La salida fue un poco más tumultuosa cuando una la madre de Máximo Thomsen recibió el escrache a los gritos por parte de una vecina. “¡Y llora, y llora, y llora Thomsen, llora!”, se escuchó fuertemente. Zárate, madre de Thomsen, visiblemente incómoda, trató de esconder su cara y apresuró el paso, mientras su hijo Facundo la cubría con una bolsa de tela.