El ministro de Economía, Luis Caputo, analiza instrumentar una mejora del tipo de cambio destinada exclusivamente a agroexportadores. Desde el Gobierno buscan incentivar la liquidación de cosechas. El funcionario habría discutido la medida con el presidente Javier Milei durante la semana. La posibilidad de un dólar diferenciado aparece como una alternativa para evitar otra devaluación que agrave la crisis inflacionaria. A pesar de la fuerte baja que marcó la inflación en febrero, desde el Palacio de Hacienda consideran que aún es muy alta. El fuerte incremento en los alimentos durante la primera semana de marzo encendió las alarmas en la cartera que dirige el ministro.

El encuentro entre Caputo y el mandatario se centró en analizar la tasa en el mercado cambiario. La reunión se dio después de una ronda de conversaciones entre el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA). También participaron distintos referentes del sector exportador. Tras analizar una posible liquidación de la cosecha gruesa, los sojeros se manifestaron negativamente dado el tipo de cambio actual. La conclusión del complejo exportador fue que el tipo de cambio está atrasado. Los directivos sostienen esta idea, incluso con la posibilidad de liquidar el 20% al Contado con Liquidación (CCL). Tras el rechazo en el sector, Caputo habría dado las directivas con las cuales su equipo prepara “un paquete para que liquiden los exportadores”. 

Fuentes del sector explicaron que durante el encuentro, los técnicos observaron que el tipo diferencial vigente conocido como dólar blend, que permite liquidar el 20% de la cosecha a la cotización del CCL, arroja un dólar a $930. Una cotización atrasada. Si este tipo de cambio es rectificado en base a la inflación acumulada (cercana a un 30%), la corrección ubicaría al dólar en la zona de los $1200, por encima de la cotización de los paralelos. 

La posibilidad de un nuevo dólar soja, como el establecido por el exministro Sergio Massa, representa una herramienta que fue muy criticada por Milei durante la campaña electoral. No obstante, aparece como una opción para mantener el dólar planchado y evitar un impacto mayor en la inflación. Caputo sostuvo que el Gobierno aspira a mantener el dólar planchado hasta noviembre para tentar el ingreso de capitales financieros que capitalicen el diferencial de tasas. El ministro entiende que con esos fondos está en condiciones de dar un paso más hacia la dolarización.