En el día de ayer, quedó habilitado el nuevo terraplén que conecta el sector oeste del puente que atraviesa el río Santa María en la zona de Quilmes. La obra provisoria sirve para dar paso nuevamente a los vehículos, luego de una semana de interrupción por los daños en el puente. En febrero de 2023, una creciente arrasó con parte de la estructura, por lo que se realizó un terraplén para conectar el tramo faltante. Tras las lluvias de la semana pasada, la obra cedió nuevamente, dejando incomunicadas las localidades de Amaicha del Valle y Quilmes a metros de la intersección de la ruta 357 y la ruta nacional 40. El arreglo transitorio se mantendrá hasta concretar la reparación del puente, aunque no hay exactitud sobre la fecha en que se realizará.

La semana pasada, el gobernador Osvaldo Jaldo ordenó que comiencen los trabajos de reparación. Obras Públicas y Vialidad hizo relevamientos de los daños y realizó obras previas a la restauración del paso. No obstante, los maquinistas debieron esperar la baja en el caudal del río para comenzar los trabajos de reconstrucción del terraplén. Tras el desplome, el Ejecutivo anunció que la reparación definitiva del puente demandaría alrededor de $500 millones. En ese sentido, advirtieron que no existe aún una licitación de obra ni un plazo estimado para realizarlo. La zona a reparar abarca cerca de 20 metros del tramo final del puente en el sector oeste.  

Durante la semana pasada, Marcelo Nazur, titular de la Dirección de Vialidad, sostuvo que el gobierno evalúa si se realizará “por administración o licitación”. En 2023, la obra quedó inconclusa debido a que ninguna empresa constructora se presentó al llamado a licitación. Nazur brindó precisiones sobre el proyecto de reparación y sostuvo que reconstruirán “la parte estructural del puente de ambos estribos y vanos”, lo que implica alrededor de 20 metros de construcción, valuado actualmente en 500 millones de pesos. El puente tiene una longitud de 180 metros y vanos de 15 metros entre pilares. La longitud del cauce del río Santa María en el paso ronda los 150 metros. 

Otra zona afectada por la creciente y el desborde de los arroyos fue El Bañado. Tras las lluvias, el agua ingresó a las fincas y afectó el tránsito sobre la ruta 40. A pesar de los reclamos de los vecinos, la problemática se repite todos los años y aún no está prevista una obra que aporte una solución a las constantes inundaciones.