El Gobierno solicitó la renuncia de Adrián Luque, presidente de Trenes Argentinos, en el contexto de la emergencia ferroviaria y la reorganización de las empresas del sector. La decisión se tomó debido a «diferencias de criterios en materia de operación y seguridad operacional». Fuentes oficiales confirmaron que Luque será reemplazado por un técnico especializado en el sector, con experiencia y conocimiento para manejar la crisis actual.

Esta medida busca mejorar la gestión operativa, con un funcionario que pueda responder de manera efectiva a los problemas de seguridad y operación. Además, de trabajar en conjunto con las autoridades responsables. La entidad opera cinco líneas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que movilizan a 1.5 millones de personas diariamente. Y de gestionar trenes de larga distancia y regionales en todo el país.

La emergencia ferroviaria fue declarada tras el choque de trenes en la línea San Martín en Palermo. Esto permite a la administración de Javier Milei disponer de fondos para enfrentar contingencias, como el robo de cables y daños en la infraestructura. El informe de la Comisión Nacional Regularizadora del Transporte (CNRT) de 2022 ya había señalado un panorama complicado para el sector ferroviario.

El Gobierno argumenta que la deuda heredada de la empresa Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado ha afectado la calidad del servicio y las condiciones laborales, poniendo en riesgo la viabilidad del sector. Para mejorar la situación, se anunció un presupuesto adicional de $1.293.780.000.000 para fortalecer el sistema ferroviario nacional, de los cuales $350.000.000.000 deberán ser imputados en el presupuesto de 2024. Estos fondos estarán destinados exclusivamente a proyectos aprobados, con el objetivo de maximizar las inversiones y mejorar la seguridad operativa del servicio ferroviario.