Llegó a Tucumán pasadas las 10 de la mañana acompañado por Juan Manzur y recibido por Osvaldo Jaldo. Como parte de su agenda decidió visitar algunos emprendimientos en la zona del interior de la provincia. En esa línea Alberto Fernández eligió Simoca, específicamente una fábrica de alfajores, donde fue recibido por trabajadores y propietarios.

Ya en la fábrica Dulky el presidente señaló la importancia del emprendimiento en la generación de trabajo: «Generará 100 puestos de trabajo directos e indirectos con materia prima cultivada y producida en la región. Un impulso en pos del desarrollo de tucumanas y tucumanos en el lugar donde nacieron», destacó Alberto Fernández.

En tanto en La Cocha, la visita tuvo lugar en una planta de Chacinados. «En Tucumán, participé de la inauguración de la Planta de Chacinados y Salazones La Cocha. Hoy generamos fuentes de trabajo y agregamos valor a la producción porcina de las vecinas y vecinos del municipio. Ese es el modelo de desarrollo federal por el que trabajamos», opinó el presidente.

En el Hipódromo la cita es otra, lejos de los emprendedores, espera la dirigencia. En una suerte de previa de cara al 17 de octubre, día festivo en la liturgia peronista, cientos de funcionarios y dirigentes estarán a la espera de lo que Alberto Fernández tenga para decir con un sol que no perdonará a la prensa ni a los desprevenidos.

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