Esta madrugada, Rusia inició una operación militar especial en la región de Donbás. El ejército ucraniano informó 40 soldados y una decena de civiles muertos y Estados Unidos anunció que intervendrá junto con países aliados de la OTAN.

«He tomado la decisión de una operación militar», anunció el presidente ruso, Vladimir Putin a través de un mensaje televisivo a las 6:00 a.m. hora local. El Gobierno ruso aseguró que el ataque responde al objetivo de «desmilitarizar» Ucrania.

Luego de este ataque, las calles en Kiev están desiertas y el pánico se apoderó de los ciudadanos. Algunos ucranianos huyen por el oeste hacia otros países europeos, miembros de la OTAN. Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, condenó los ataques hacia su país y ordenó al ejército causar «pérdidas máximas» entre los «invasores».

La tensión es máxima en la región. La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, afirmó que pondrán en marcha las «sanciones más severas» posibles contra Rusia. «Vamos a coordinarnos, dentro de la UE, la OTAN y el G7, para poner en marcha el paquete de sanciones más severas», indicó.

A pesar de esta situación y de la posible intervención de otros países, como Estados Unidos, Putin lanzó una seria advertencia. «Quien interfiera, pagará las consecuencias», anunció el presidente ruso, amenazando a EE.UU. y los aliados de la OTAN.