Las múltiples gestiones que encaró el Gobierno para poder cumplir con los vencimientos con el FMI solo sirvieron para confirmar lo obvio. Que mientras dure este acuerdo, todos los caminos conducen al Fondo. La conclusión surge de los anexos del decreto presidencial 404/2023 publicado en el Boletín Oficial (BO). Un mecanismo que sirve para evitar caer en atrasos o directamente en incumplimientos con el FMI. Sin embargo, incrementa los costos que se enfrentan por mantener regularizado ese pasivo.

La norma comunica el “acuerdo de facilidad” celebrado de urgencia con Qatar. El cual permite acceder en carácter de préstamo transitorio a Derechos Especiales de Giro (DEG). La cifra es por 580 millones (cifra equivalente a unos US$775 millones). El anexo se especifica que, si el directorio ejecutivo del FMI no aprueba “los exámenes quinto y sexto combinados», la Argentina igualmente deberá devolver “por adelantado el préstamo en su totalidad” concedido y en la fecha pertinente.

El dato adquiere relevancia dadas las particularidades que tuvo el último acuerdo. Ocurre que, si bien no hay antecedentes de uno sellado a nivel técnico que luego se frustre por no recibir la aprobación final del Board, esta vez podría ser diferente. En un off the record sostenido con periodistas argentinos en Washington, la aprobación final quedaba sujeta al cumplimiento de medidas. Las cuales están destinadas a tratar de asegurar el cumplimiento de las nuevas metas contempladas.

El Gobierno difundió muy genéricamente algunas de ellas tras ese anuncio. Sin embargo, la denominada letra chica, con las adecuaciones de políticas, solo se terminarán de conocer después de las PASO. Y si el directorio da el OK final al mismo.