En su segundo mandato en el Ministerio de Seguridad, Patricia Bullrich, anunciaría la reinstauración de una antigua normativa. Aquella que permite a las fuerzas federales utilizar armas de fuego sin dar la voz de alto. Esta medida, conocida como «Doctrina Chocobar», había sido derogada durante el gobierno anterior.

En 2018 se implementó el «Reglamento General para el Empleo de las Armas de Fuego por parte de los Miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad”, y se suspendió en 2019. Ahora, volverá a habilitar a las fuerzas de seguridad a usar armas letales frente a un delito sin la necesidad de dar la voz de alto ni de mediar una agresión previa.

Bullrich, junto al Secretario de Seguridad y al jefe de Prefectura Naval Argentina, anunciará la vuelta de este reglamento. A su vez, destacan su compromiso de «proteger a quienes nos protegen». El artículo establece que las fuerzas federales deben identificarse e intimar de viva voz a cesar la actividad ilícita antes de usar armas. Sin embargo, se exceptúa este requisito en situaciones donde la acción pueda suponer un riesgo de muerte o lesiones graves a otras personas. También cuando poner en peligro la vida propia o integridad física sea evidente o inadecuado.

El protocolo autoriza el uso de armas letales en defensa propia y de otras personas. También ante peligro inminente de muerte o lesiones graves, o para impedir la comisión de un delito particularmente grave. Cabe destacar que el reglamento no se aplicará en manifestaciones o protestas públicas. Ya que se mantendrá vigente la normativa que establece el uso de armas no letales en esos casos.

La «Doctrina Chocobar» se basa en el caso del policía Luis Chocobar, condenado por el homicidio de un delincuente en 2017. Bullrich ha respaldado públicamente a Chocobar y abogó por modificar el Código Penal para contemplar la diferencia de fuerzas y la situación de legítima defensa en casos similares.