Como fue anticipado, el nuevo Presidente, Javier Milei, brindó su primer discurso presidencial ante las escalinatas del Congreso de la Nación. Acompañado por los mandatarios de Estados extranjeros invitados, su hermana Karina Milei y otros referentes de la política nacional, llevó adelante su primer discurso donde realizó un análisis de la situación actual. Con un raconto histórico sobre Argentina, mencionando a diferentes próceres argentinos iniciaron sus palabras.

En primer lugar, destacó que, económicamente, nos encontramos en una situación peor que la antesala del «Rodrigazo». Con números de una inflación mensual que superan los 52 puntos, con un 15.000% de inflación anual. Además, detalló que «hace más de una década que vivimos en estanflación», y que «el gobierno saliente deja una hiperinflación. Y que provocaría la pobreza en más de un 90% y un 50% de indigencia».

En el siguiente apartado, sumó que «no hay plata», y que el único camino es el «ajuste ordenado, que será sobre el Estado y no sobre el sector privado». Otro de los datos duros que brindó, es que el 84% de los jóvenes no completan la escuela y, el 16% que la concluye en tiempo y en forma, no saben interpretar un texto ni cómo resolver un problema matemático. Si bien no bosquejó ninguna medida específica, esto quedará en manos del próximo ministro de Economía, Luis Caputo, quien las anunciaría antes de la apertura de los mercados este lunes.

Finalmente, detalló los lineamientos de su gestión, donde expresó que «es un país, en el que las hace las paga. Quién corta la calle, no recibe la asistencia de la sociedad, el que corta no cobra. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada». Además, se dirigió a los no simpatizantes del libertario: «No pedimos acompañamiento ciego, pero no permitiremos que la hipocresía interrumpa el cambio. Aquellos que quieran sumarse a la nueva Argentina, los recibimos con los brazos abiertos. No importa de dónde vengan, sino a dónde quieran ir. Que quede claro, hoy comienza una nueva era en Argentina, el desafío es titánico», cerró.