El Gobierno ha implementado una reestructuración en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). El objetivo es el de optimizar la entrega de subsidios para producciones nacionales y asegurar un uso más eficiente de los recursos en la industria cinematográfica. La medida, anunciada mediante un comunicado de la Secretaría de Cultura, busca evitar el financiamiento de películas que no logran captar la atención del público.

Según el decreto 662/2024, las producciones que aspiren a obtener un subsidio deberán conseguir al menos el 50% de financiamiento propio para su proyecto. Esta decisión se tomó luego de que se observara que en 2023 el INCAA subsidió más de 100 películas que lograron menos de 1.000 espectadores. Por ejemplo, 12 producciones que apenas captaron 100 espectadores o menos. «Hubo una película que solo vendió 4 entradas y otra apenas 5. Estas 100 películas representaron casi el 50% de los 236 proyectos financiados», detalló el comunicado de la cartera dirigida por Leandro Cifelli.

El nuevo método también establece un tope máximo de financiamiento para cada producción que tenga una mayor proyección en la industria. Además, dispone que aquellas producciones que hayan recibido un subsidio no podrán volver a solicitarlo durante el siguiente año una vez finalizado el proyecto.

Adicionalmente, la nueva reglamentación modificó los criterios de gasto del INCAA, determinando que «las erogaciones destinadas para gastos corrientes, de estructura y funcionamiento no podrán superar el 20% de los ingresos del organismo».