Luego de varias semanas de negociación del equipo económico y del Banco Central en Washington, se llegó a un acuerdo con el FMI. El Ministerio de Economía y el Fondo Monetario Internacional (FMI) expresaron hoy en un comunicado conjunto que finalizaron “los aspectos medulares del trabajo técnico de la próxima revisión” del programa vigente. Lo cierto es que se trata de un Staff Level Agreement, y no del acuerdo en su totalidad. Sin embargo, es avance fundamental para cerrar el programa de financiamiento.

En un posteo en Twitter, el FMI señaló que, en acuerdo con Economía, “se han acordado los objetivos y parámetros centrales. Un Staff Level Agreement que se espera finalizar en la semana entrante, para luego avanzar en la revisión del programa de Argentina”. Con ese avance asegurado, Massa viajaría a Washington en los próximos días, para reforzar con su presencia las negociaciones. La expresión formal y concreta de un acuerdo sobre los próximos pasos, tendran que ver con desembolso de dinero y cumplimiento de pagos.

Bases y condiciones del acuerdo

El comunicado conjunto “busca consolidar el orden fiscal y fortalecer las reservas. Y reconoce el fuerte impacto de la sequía y el daño a las exportaciones y los ingresos fiscales del país”. Más allá del comunicado, fuentes de Economía aseguraron que los términos del acuerdo están ya acordados. Al igual que el programa de desembolsos del segundo semestre, aunque aún no se den a conocer. El anuncio oficial se conocería el próximo miércoles o jueves. Durante la negociación hubo un fuerte respaldo e involucramiento de la Casa Blanca y el Congreso de EEUU para empujar el acuerdo.

Elecciones y negociaciones

Massa necesita enfrentar el extenso calendario electoral sin la incertidumbre relacionada con el FMI. Aunque aspiraba a desembolsos extra para ganar poder de fuego cambiario, ahora se aseguró al menos fondos para afrontar los próximos vencimientos. Esos recursos le permitirán liberar dólares y también yuanes. Y, de esta forma, seguir abasteciendo a los importadores y mantener algún margen de intervención en el mercado cambiario.

La contrapartida es, para no vender barato esas divisas compradas a un precio caro, la implementación de un impuesto PAIS (como el aplicado al dólar ahorro y al turismo) también sobre las importaciones. A una tasa del 30% para compra de servicios y productos suntuarios.