Dos mujeres que lo tienen todo, pero que aspiran al Poder en Tucumán

Ambas fueron candidatas en las listas de sus espacios y desempeñan papeles importantes en la escena política tucumana. Tanto Beatriz Ávila como Rossana Chahla se muestran en campaña y cada una en su espacio busca tomar el Poder en sus manos.
En el caso de Ávila su experiencia está lejos de ser una «acompañante» de la gestión de su marido, Germán Alfaro. Beatriz cuenta con experiencia en el periodismo, es Licenciada en Ciencias de la Comunicación con una especialización.
Fue legisladora en dos oportunidades al igual que concejal por un período, siempre representando a la Capital tucumana. Su labor en la Nación como diputada se centró en proyectos de ley que buscan mejoras en salud, educación y violencia de género.
En la vereda del frente se encuentra Chahla. Si bien su labor como ministra es lo más inmediato que tienen los tucumanos para conocer de su gestión, demostró capacidad para mejorar paulatinamente los procesos para acceder a las vacunas contra el covid, cuando estas estuvieron disponibles para cada distrito.
Rossana es médica y se desempeña como Profesora Asociada del Departamento de Ginecología, Maternidad e Infancia en la UNT. También fue presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia de Tucumán en 2000 hasta 2002.
En la política llegó de la mano de Juan Manzur al Ministerio de Salud provincial y aspira con su candidatura convertirse en diputada nacional en noviembre.
Ambas, son de las mujeres que conocen el éxito en sus vidas profesionales al igual que en la esfera familiar y que en Tucumán pretenden, a fuerza de trabajo, forjar un nombre propio.