Alberto Fernández confirmó este lunes que, en el marco de las ajetreadas negociaciones finales con el FMI en la búsqueda de un arreglo, el gobierno nacional impulsa la derogación de las jubilaciones consideradas “especiales de privilegio”. Tanto para diplomáticos como para miembros del Poder Judicial.

“De lo que se habla es de los regímenes especiales de privilegio, donde básicamente están los embajadores y jueces. Algo hicimos con los jueces, pero deberíamos avanzar más. Lo mismo con los embajadores”, aseguró el Presidente en un escueto audio enviado a radio El Destape que se conoció esta mañana.

“No es el tema de los docentes”, aclaró el Presidente, en una suerte de respuesta a una nota de Clarín en el que se incluía a las jubilaciones de docentes y personal universitario en la discusión fina con el FMI. En ese sentido, en su edición de ayer, La Nación anticipó que las jubilaciones de los jueces se encuentran en la mira del Gobierno. En especial los de la Corte Suprema.

Al respecto, se sumaría ahora un nuevo contrapunto con la familia diplomática, en el contexto de una política “multilateralista” que despierta críticas y apoyos en parecidas proporciones. Hace minutos, y tras las declaraciones del Presidente, fue el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien amplió sobre la estrategia del Gobierno en relación a las jubilaciones.

“No habrá ninguna reforma jubilatoria. Nuestro Gobierno siempre va a cuidar y trabajar para mejorar el salario de nuestros jubilados y jubiladas. Se mantendrá la fórmula de movilidad sancionada en 2020. Sosteniendo los derechos que fortalecimos con esa ley”, posteó el ministro a cargo de la negociación con el FMI.