Los Pumas finalizaron la Copa del Mundo en el cuarto lugar. Una posición que por lo realizado, refleja mucho más que lo conseguido producto de su juego. Aquel que solo de a ratos pudieron imponer en el campo. Sin un conductor fijo, ni con una voz cantante que los despertara en los momentos críticos, solo aparecieron los arrestos individuales. A falta de una estructura de equipo para que los conducidos por Michael Cheika no terminaran de conformar.

Queda claro que Cheika y su asistente Felipe Contepomi son quienes tomaban las decisiones de un staff convencido de su trabajo y sus planteos. Solo algunos destellos individuales, muy poco de juego asociado y equilibrado durante cada match, y la poca certeza en la toma de decisiones. Esto, sumado a los errores propios, fueron siendo el común denominador. A pesar de estas falencias, se las arregló para finalizar entre los cuatro mejores seleccionados del Mundial.

Si lo miramos desde esa ubicación final es un logro más que importante para Los Pumas, teniendo en cuenta que por debajo de ellos quedaron el dueño de casa, Francia, el poderoso Irlanda, Escocia, Gales y la decepción del Mundial: Australia. Las preguntas ahora son varias para poder entender cómo seguirán Los Pumas en el futuro. Primero habrá que saber si Cheika, como había anunciado, dejará de ser el entrenador nacional tras el Mundial para cederle su lugar a Felipe Contepomi, su asistente.

Habrá que esperar las competencias que recién llegarán el año próximo en las giras de julio y el Rugby Championship. Mientras tanto, la UAR sigue buscando un torneo, para mejorar el nivel y probar un segundo equipo como pasaba con Jaguares antes de la pandemia que tanto problemas nos causó, y por último habrá que potenciar la Superliga Americana, que sin dudas con sus franquicias seguirá siendo el banco de pruebas de los más jóvenes, así como a esos Pumitas que participarán del Mundial de Menores de 20 años.