Papelón Olímpico en el fútbol de París 2024: Argentina perdió por un gol anulado después de dos horas
La Selección Argentina de fútbol masculino tuvo, ante su par de Marruecos, un debut totalmente problemático, polémico, insólito y absurdo en los Juegos Olímpicos de París 2024. En el campo de juego, luego de incontables interrupciones y varios minutos de adición, la «Albiceleste» había logrado remontar un 0-2, e igualarlo en la última jugada. Todo parecía indicar que el partido había finalizado con el 2-2 y la inmediata invasión de campo por parte del público marroquí. Sin embargo, casi dos horas después, increíblemente el partido se reanudó para disputarse solo tres minutos más de adición, antes de los cuales el árbitro del partido, el sueco Glenn Nyberg, revisando el VAR (función que por reglamento no le corresponde), había anulado el empate y decretado que el marcador estaba 2-1 a favor del conjunto africano.
En la previa al inicio del partido, el clima hostil contra Argentina comenzó a sentirse cuando el himno nacional fue fuertemente silbado y abucheado por el público presente en el estadio. En el primer tiempo, el partido se jugó más como quiso Marruecos, es decir, trabado y sin llegadas a los arcos. La única ocasión de peligro se dio en el minuto 47 de juego, cuando Achraf Hakimi llegó al fondo y mandó un centro bajo que encontró a Soufiane Rahimi en el área chica, listo para decretar el 1-0.
En el inicio de la segunda parte, Julio Soler empujó dentro de área a Ilias Akhomach y el árbitro dictó la pena máxima, la cual el propio Rahimi transformó en el 2-0 para Marruecos. Ante ese resultado, Argentina se desorientó totalmente, pero desde los 20 minutos del complemento comenzó a mostrar mayor determinación en el ataque. Así, en el minuto 24, llegó el descuento de Giuliano Simeone, quien ingresó desde el banco, dando buenos réditos para el equipo dirigido por Javier Mascherano.
Con el marcador 2-1, los marroquíes exageraron en cada situación de contacto, para pedir atención médica y perder tiempo, y el público invadió el campo de juego en repetidas oportunidades. Por esas razones, a los 90 reglamentarios el juez del encuentro le adicionó 15 minutos. En la última jugada, luego de varios rebotes y un par de pelotas al travesaño, apareció Cristian Medina para empujar la pelota, de cabeza y sobre la línea, estableciendo el 2-2.
Tras este tanto, varios hinchas marroquíes ingresaron al campo de juego y hasta hubo botellazos y bombas de estruendo contra los jugadores argentinos, lo que provocó que el partido se interrumpa y quede demorado por varios minutos, más de una hora y media. Cuando parecía que el empate estaba decretado, tras casi dos horas de suspensión, los jugadores de Argentina y Marruecos debieron volver a la cancha debido a que el árbitro Nyberg decidió que se disputen tres minutos más de adición.
Luego de la entrada en calor de los futbolistas, el juez se acercó al monitor del VAR, revisó la jugada y decretó que había offside de Bruno Amione en la jugada previa al gol de Medina. El juego se reanudó con el marcador otra vez a favor de los africanos (2-1). En un contexto absolutamente desvirtuado, Argentina no pudo generar nada y terminó cayendo en este estreno del fútbol masculino, en lo que fue un papelón histórico de la organización de los Juegos Olímpicos.