Sin lugar a dudas, los Juegos Olímpicos de París 2024 representan el evento deportivo más esperado del año entrante. La cuenta regresiva indica que faltan 7 meses para que el mundo pose sus ojos en la capital de Francia durante el período de días que irá desde el 27 de julio al 11 de agosto.

La del próximo año se tratará deuna edición muy especial, ya que se cumplirán 100 años de la que fue la primera edición de los Juegos en la propia «Ciudad Luz», en 1924. Es por eso que las autoridades francesas están organizando una ceremonia inaugural espectacular, única, sin precedentes, ya que no tendrá lugar en un estadio sino en embaraciones que navegarán sobre el tradicional río Sena, abordadas por miles de atletas de las delegaciones de los países participantes.

Sin embargo, un tema que preocupa mucho a las autoridades es lograr mantener la seguridad durante el mencionado espectáculo, y por ello planean reducir drásticamente la cantidad de espectadores. Calculada, en un principio, en nada menos que 600.000, y luego reducida a 400.000, ahora se conoció que habría un nuevo recorte y solamente serían 300.000 los privilegiados que gocen con su presencia de tan particular apertura.

Las dudas se ciernen sobre la posibilidad de organizar un adecuado operativo de seguridad. Hasta ahora, según se informó, serán 2.000 los agentes destinados a cuidar a los que compraron su ubicación en carpas montadas junto al río (a un precio que fue de los 90 a los 2.700 euros). En tanto que los demás efectivos se agruparán en varias zonas de los muelles elevados, con la seguridad gestionada por los servicios estatales y sus 45.000 agentes del orden movilizados a lo largo de un desfile de 12 kilómetros, lo que supone 3.750 hombres por kilómetro, o cuatro cada 100 metros.

Al respecto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó: «estamos preparando una ceremonia de inauguración única, que espero que enorgullezca a los franceses. Será un momento de belleza, de arte real, de celebración del deporte y nuestros valores, con el Sena y la capital francesa como el teatro». No obstante, el mandatario también reconoció que los planes podrían ser revisados por razones de seguridad, puesto que no se olvidan los mortíferos ataques extremistas que azotaron a París en 2015, como un ejemplo del tipo de crisis grave que obliga a tomar todos los recaudos posibles.