Juan Martín Del Potro regresó profesionalmente a una cancha de tenis después de 965 días, recibió el cariño de la gente y se despidió, al menos por un tiempo. Federico Delbonis se impuso por 6-1 y 6-3 en un duelo que prácticamente quedó en segundo plano.

Lógicamente, en lo que fue el duelo en sí, Delpo comenzó con falta de ritmo y ganó confianza con el correr de los minutos. Pudo pegar, tanto de derecha como de revés, aunque no le fue sencillo ejecutar su mejor golpe, la derecha invertida, por la condición de zurdo de su rival.

El primer set fue complejo para la Torre de Tandil, mientras que en el segundo, a pesar de que en el momento decisivo su rival sacó diferencia, se lo vio más suelto, con más confianza y hasta con una sonrisa en el rostro, hasta que le tocó sacar 5-3 abajo, en el último game del partido. Allí se quebró totalmente, no pudo contener las lágrimas y el mundo se detuvo por un instante para admirar al gigante.

La carrera de Del Potro es historia pura para el tenis, no sólo en el país, sino también en el continente. La Copa Davis, el US Open 2009 y, fundamentalmente, el haberle competido a los tres más grandes de la historia en su mejor momento y haberlos puesto decididamente en jaque.

«No quería que llegue nunca este día, pero lo voy recordar toda la vida. Creo que hice mucho estos dos años y medio para cumplir otro milagro como hice con la muñeca. A veces yo también puedo perder. No tengo la fuerza que todos creen para salir siempre adelante. Lo di todo. Tomo una decisión de la cual no estoy convencido, no quiero hacerlo, pero es por mi salud», aseguró visiblemente emocionado tras el partido.

Da la sensación de que es el final, al menos por un tiempo. El gran tenista tandilense quería retirarse en cancha y pudo hacerlo: «Di todo lo que tenía. Terminé en una cancha y no en una conferencia de prensa. Lo hice delante de todos ustedes y lo voy a recordar siempre. Deseo poder dormir sin dolor en la pierna después de dos años y es lo que voy a tratar de hacer a partir de mañana. Tengo toda la vida por delante y quiero vivir en paz»