Acorde a su condición de luchador, la misma que le permitió llegar a ser Top Ten, Diego Schwartzman dejó hasta la última gota de sudor sobre el cemento neoyorquino antes de despidirse de su último torneo de Grand Slams. Acompañado por los aplausos que recibió en el Grandstand del complejo Billie Jean King, el tenista argentino, cuya carrera en el tour ya tiene fecha de vencimiento, le dijo adiós a los torneos «Grandes» con una digna caída en la primera ronda del US Open 2024.

Con pasado de número 8 del mundo, pero con una temporada sin éxitos, Schwartzman hoy ocupa el puesto 244° del ránking mundial y consiguió ingresar en el cuadro principal del abierto estadounidense luego de imponerse en los tres partidos de la Qualy. El sorteo le deparó un desafío muy complejo: medirse ante el francés Gaël Monfils, un adversario que está casi 200 posiciones por delante. Esas distancias en la clasificación que elabora la ATP no quedaron expuestas enseguida, pero sí en el balance final del encuentro que duró 2 horas y 42 minutos y tuvo los siguientes parciales: 6-7 (1-7), 6-2, 6-2 y 6-1 a favor de la «Pantera» francesa.

Una vez concluido el juego, hubo un respetuoso saludo en la red, un cálido abrazo de Monfils a Schwartzman, cánticos de «Diego, Diego…» en las tribunas del Grandstand, ovación con aplausos y, claro, mucha emoción de parte del «Peque» y los espectadores. La organización del US Open le tributó un video de sus mejores momentos en el torneo. «Es difícil hablar en este momento. Soy alguien que llora mucho», aceptó el homenajeado con la voz entrecortada. «Es un momento especial, como los que vimos en pantalla. Estoy feliz de haber jugado aquí una vez más, de haber estado once veces en este torneo. Quiero agradecer a los fans, los latinos y los norteamericanos, que me apoyaron muchísimo a lo largo de todos estos años. Recibí mucho cariño. Nunca soñé con vivir este tipo de momentos, pero tal vez corrí mucho y me lo merezco. Voy a disfrutar todo lo que venga de aquí en más», expresó Schwartzman antes de marcharse hacia los vestuarios.

El «Peque», quien supo alcanzar los cuartos de final del abierto norteamericano en 2017 y 2019, se despidió de los Grand Slams y se acerca al epílogo de una gran carrera que lo coloca, sin dudas, como uno de los tenistas argentinos más destacados de la última década. De hecho, el jugador de 32 años ya informó en sus redes sociales que aspira a cerrar su carrera profesional en el ATP de Buenos Aires o Argentina Open, en febrero del año que viene, donde intentará seguir vigente y sumar su quinto y último título ATP.