El Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó ayer que el boxeo no será parte de los próximos Juegos, a realizarse dentro de cuatro años en la ciudad estadounidense de Los Ángeles. De mantenerse esta decisión, será la primera ausencia de este histórico deporte desde que se integraron en 1904 en San Luis, Estados Unidos.

La noticia se da en el marco de la disputa legal entre el COI y la Asociación  Internacional de Boxeo (IBA), la cual quedó al desnudo en los JJOO de París 2024, cuando se produjo la polémica por la boxeadora argelina Imane Khelif. Cabe mencionar que la decisión será apelada por los Comités Olímpicos Nacionales para que en conjunto trabajen en pos de que el box se mantenga en la justa olímpica.

Más allá de las señaladas diferencias en los criterios de aceptación en términos de género, los problemas más profundos que llevaron a esta decisión del COI serían de índole financiero, estatutario y técnico, además de acusaciones de corrupción. De hecho, el ente Olímpico denunció irregularidades y le quitó el reconocimiento a la IBA en 2023. Por esto último, otro argumento que esgrimió el COI es que no hay un organismo a nivel global que se pueda hacer cargo de la representación y la organización de la disciplina en el nuevo programa olímpico.

Vale resaltar que el boxeo es la disciplina que más medallas le aportó al deporte nacional en su historia, con 24 preseas en total. Aunque también es importante resaltar que la última alegría olímpica del boxeo «albiceleste» fue el bronce obtenido por Pablo Chacón en la categoría pluma, en los Juegos de Atlanta 1996, y que en la cita de París 2024 Argentina no contó con ningún representante, ni en la rama masculina, ni en la femenina.

La polémica desatada en París 2024

Una de las grandes controversias que expuso la interna entre el COI y la IBA fue el caso de Imane Khelif, la argelina que ganó la medalla de oro en los Juegos de París 2024. La disputa se dio a partir de los criterios de aceptación en términos de género. De acuerdo al COI, la exclusión de Khelif en 2023 fue por una «decisión repentina y arbitraria de la IBA que la descalificó «sin debido proceso».

El COI ratificó que la argelina podía participar y desacreditó la resolución de la IBA el año anterior que la exluyó por sus niveles de testosterona. «Las reglas de elegibilidad no deben cambiarse durante la competición en curso, y cualquier cambio de reglas debe seguir procesos apropiados y debe basarse en evidencia científica», expresaron en ese momento.