Boca venció 3 a 2 a Quilmes en un verdadero partidazo y se convirtió en el último semifinalista de la Copa Argentina. Si bien el equipo de Hugo Ibarra fue más durante el trámite, el resultado le dio vida hasta el final al equipo de la Primera Nacional que estuvo cerca de la hazaña.

El primer golpe lo dio el Cervecero que dio la sopresa y a los cuatro minutos de juego ya se encontraba arriba en el marcador. Julián Bonetto puso en ventaja al equipo del ascenso con un tremendo zurdazo desde fuera del área que se clavó en un ángulo. Sin embargo, el Xeneize respondió inmediatamente e igualó las acciones con su goleador, Darío Benedetto.

A partir de entonces, el encuentro fue al palo por palo con los dos conjuntos buscándose constantemente con llegas peligrosas. Fue el Xeneize el que rompió la paridad con un Gonzalo Morales que llegó desde atrás para empujar prácticamente en el área chica el centro que puso Agustín Sández.

Ya en el complemento, los de La Ribera pusieron el tercero que parecía sentenciar la historia mediante la estrella estrella del momento: Luca Langoni. Pero no todo estaba del todo perdido para Quilmes, que siguió yendo al ataque y esto le dio frutos para descontar por medio de Mariano Pavone.

Apenas sucedido este gol, el partido se vio interrumpido por problemas en la tribuna de la gente del Cervecero que se enfrentó a la policía. El duelo volvió a la normalidad después de 15 minutos, pero Quilmes ya había perdidio el envión del gol y poco pudo hacer. De esta manera, Boca se metió entre los cuatro mejores equipos de la Copa Argentina y se enfrentará a Patronato, mientras que del otro lado esperan Banfield y Talleres.